Es difícil determinar quién estaba ayer más nervioso, si los niños de tercero de Infantil del colegio Maristas o si las técnicos de las bibliotecas municipales que transformaron el aula ´Doña Centenito´ del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy en una caverna con motivo de la actividad ´Conviértete en un troglodita´.

Con papel marrón, las técnicos construyeron una auténtica cueva en la que no faltaban ni las pinturas rupestres, así como los trajes para que los niños se disfrazaran, los moldes para que los pintaran y el carné de troglodita con el que les premiaban, entre otras cosas. «Llevamos trabajando en esto todo el verano para que los niños disfruten y descubran que la biblioteca es un espacio en el que pueden viajar con la imaginación», destacaba Mari Carmen Rodal.

Los alumnos de Maristas fueron los primeros en disfrutar de esta particular caverna, que en los próximos meses acogerá a estudiantes de otros muchos centros. El éxito de este tipo de actividades es tal, que cada año se quedan varios colegios sin poder participar por falta de tiempo. «Las actividades se hacen en esta biblioteca y en las de Los Dolores, Pozo Estrecho y Barrio Peral entre octubre y abril. Recibimos una media de 50 niños cada día. Lo que pretendemos es que los pequeños se lo pasen tan bien que arrastren a los padres hasta aquí», señalaba Mari Carmen Rodal. Y lo cierto es que ayer cumplieron su objetivo, ya que los alumnos de Maristas quedaron encantados con su visita a la cueva de la biblioteca. «Los niños aprenden muchísimo mediante estos juegos y cuentos. Es un instrumento más para enseñarles con el que alucinan. Las actividades que organizan las bibliotecas son estupendas», explicaba Mamen Rubio, profesora de Maristas. Y eso es sólo el principio, ya que la biblioteca también tiene actividades para alumnos de Primaria y Secundaria. Todo es poco para despertar el amor por la lectura.