Salvo que los técnicos digan que no puede moverse, el submarino Isaac Peral se trasladará al interior del Museo Naval. Así de claro lo tiene Francisco Belmonte, jefe de Servicios del centro museístico. «Cada uno puede formarse la idea que quiera, pero el submarino vendrá a nuestras salas», señala. Y es que Francisco Belmonte, al igual que todos los responsables del Museo, no está dispuesto a aceptar la propuesta de la empresa encargada del proyecto de remodelación del muelle, que sugirió que el sumergible se trasladara junto al museo Arqua, continuando expuesto en el paseo.

De hecho, en ningún momento han dado crédito a esta propuesta. «Nosotros seguimos con el proyecto inicial previsto, que es trasladar el submarino a los antiguos talleres de Calderería. Sólo estamos a la espera de que los técnicos nos digan que es posible llevar a cabo el traslado sin dañarlo», matiza Francisco Belmonte.

El Museo Naval espera iniciar en breve las obras de adecuación de los antiguos talleres, situados junto al Cuartel de Instrucción de Marinería, en cuya planta baja se encuentra su sede. «No puedo facilitar una fecha concreta, pero sí puedo adelantar que las obras comenzarán en un muy breve espacio de tiempo», explica Belmonte.

Expuesto a la vista de todos

El objetivo inicial es que la remodelación se lleve a cabo con el submarino ya en el interior de las salas porque trasladarlo una vez que las obras hayan finalizado sería muy complicado técnicamente debido a sus grandes dimensiones. El Instituto Superior de Enseñanza (ISEN) será el organismo que financie la adecuación de los antiguos talleres debido al convenio que alcanzó con Defensa para la cesión de la antigua sede del Museo por un periodo de cincuenta años.

El edificio en el que se ubicará el submarino tiene 85 metros de largo por 13 de ancho y una superficie de 1.200 metros cuadrados. Lo caracterizan los 21 arcos que lo forman, que estarán acristalados y facilitarán que el submarino se pueda ver desde el exterior en cualquier momento del día. Por la noche estará iluminado para que sea visible.

El objetivo del Museo Naval es que la necesaria remodelación del submarino, cuyo casco está muy deteriorado debido a la acción del óxido, se lleve a cabo en el interior de estas salas. La Fundación Juanelo Turriano colaborará con el Museo en la financiación de estos trabajos.

En septiembre de 2013 se cumple el 125 aniversario de la botadura del sumergible, por lo que el Museo Naval pretende que la remodelación de los antiguos talleres de Calderería haya finalizado con el objetivo de que el submarino ya se encuentre ubicado en su interior y se puedan celebrar diversos actos conmemorativos.