La marcialidad castrense propia de los desfiles en la ciudad, los típicos tronos cartageneros con las cartelas abarrotadas de flores llenaron ayer de luz las calles de Cartagena con la procesión california del traslado de los apostoles. San Pedro fue el gran protagonista de la noche. El apóstol salió del Arsenal una hora después de lo previsto ante miles de personas que se concentraron en el patio de armas del recinto militar, donde el almirante, Fernando Zulamacárregui, le recordó que «aunque los avances informáticos nos han hecho evolucionar para mantener la tradición, el Arsenal es y será tu casa y aquí como viejo maestro de la Maestranza tienes tus enseres. Te pido que tengas obediencia, respeto y honestidad con el jefe del Arsenal».

Asimismo, mientras los portapasos no dejaban de balancear el trono, Zumalacárregui pidió a San Pedro: «Intercede para que se refuerce nuestra fe, intercede por los sampedristas, los procesionistas y todos los cartageneros, protege el Arsenal y a todos sus trabajadores y también a los hombres de la mar». Le advirtió de que no podía negarle el permiso para salir en la procesión: «Vas con buenos compañeros, pero con tus antecedentes permíteme que lo dude», djo en alusión a que todos los años regresa tarde al recinto y es arrestado. «Regresa discretamente, sin hacer ruido y sin estridencias», le apremió. Delante del trono, este año acompañó a San Pedro una escolta formada por guardiamarinas de la Escuela Naval de Marín (Pontevedra).

San Juan, que partió desde el Parque de Artillería salió a la plaza a la busca de su tercio, que ayer estrenó vestuario: capa, fajín y túnica de terciopelo blanco bordado en oro. El patrón de España, Santiago Apóstol salió una vez más desde el Gobierno Militar tras rendirle honores con 21 salvas mientras sonaba el himno de España. Su paso espectacular al atravesar la plaza del Ayuntamiento cautivó a los presentes y los tres juntos continuaron hasta llegar a Santa María.