Construir en el casco antiguo es toda una aventura. Cuando menos lo esperas, surge la sorpresa, como le ha ocurrido a la empresa que ha hallado los arcos de un antiguo monasterio del siglo XVI cuando se disponía a demoler un antiguo edificio de la plaza San Agustín. «El nuevo hallazgo ha obligado a redactar un nuevo plan especial para la zona, ya que estos arcos deben conservarse», explicó a esta redacción el concejal de Urbanismo, Joaquín Segado.

La solución pasa porque los propietarios del terreno cedan al Ayuntamiento la planta baja del inmueble, en la que se encuentran los arcos, para su restauración y conservación. A cambio, se les compensa con la autorización para construir áticos retranqueados en el nuevo edificio.

Las arcadas que han aparecido tienen hasta seis metros de altura. El concejal de Urbanismo precisó que el Ayuntamiento todavía no ha decidido qué hará con estos bajos.

Por otra parte, en la comisión de Urbanismo que se celebró ayer y que aprobó el plan especial para la parcela en la que han aparecido los arcos, también se autorizó un nuevo plan especial para el entorno de la plaza de la Merced, que contempla la construcción de un pasaje de dos pisos de altura que conectará la citada plaza con el colegio del Patronato del Sagrado Corazón de Jesús.

En un primer momento, el Ayuntamiento planteó la necesidad de construir una nueva calle que uniera la plaza con la escuela, aunque esta idea fue desechada porque era necesario expropiar varias parcelas. Finalmente, se optó por la construcción de un pasaje de dos plantas que diera acceso y visibilidad al centro escolar. El problema era que la empresa propietaria de la parcela en la que se hará este pasaje perdía edificabilidad en la misma. Por este motivo, ayer se aprobó un nuevo plan especial para esta parcela en la que se amplía del cuarenta al setenta por ciento la edificabilidad.