Tras la tempestad viene la calma. Y en este caso, lo hace en forma de Plan B. El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Región (CROEM), Miguel del Toro, sorprendió ayer a su homólogo de la patronal cartagenera COEC, Diego Illán, con una propuesta para devolverle el sillón del Puerto y que sea él quien represente a los empresarios en el consejo de administración del organismo portuario.

«Me dijo que tenía un plan B en mente delante de los 16 miembros que asistieron a la reunión del comité ejecutivo», comentó Illán, quien señaló que hasta ahora desconocía este planteamiento de Del Toro y que tendrán que hablar en los próximos días para formalizarlo si ambos lo consideran oportuno.

Illán acudió al encuentro en son de paz, como lo demuestra que no rompió su costumbre de entrar al despacho del presidente de la CROEM minutos antes de que se iniciara la reunión para saludarle. «Es algo que hago siempre y consideré que no había motivos para romper con esta costumbre», subrayó.

En el despacho, se encontraban otros miembros de la ejecutiva que instaron a ambos a que pusieran remedio al enfrentamiento que se produjo desde que Del Toro se «autodesignara» candidato de los empresarios de la Región para ser consejero del Puerto.

Seguidamente, se produjo la reunión de la comisión ejecutiva de CROEM donde Del Toro sorprendió con su propuesta del plan B, con el que el tomaría posesión como consejero de la Autoridad Portuaria e inmediatamente se buscarían fórmulas para que Illán recuperara este puesto. Pero ahí quedó la cosa.

Instantes después, se celebró la junta directiva de la patronal murciana, donde se debía votar la ratificación de Del Toro como representante de los empresarios de la Región en el Puerto. Illán solicitó que dicha votación se produjera en secreto, pero le fue denegada esta petición y se llevó a cabo a mano alzada. De los 42 asistentes, 33 votaron a favor de Del Toro, los 9 restantes lo hicieron en contra.

La reunión de la junta directiva fue bastante tensa. El más agresivo fue el vicepresidente de la COEC y presidente de la asociación de empresarios del polígono Cabezo Beaza, Javier Gómez-Vizcaíno, quien acompañó a Illán junto con el otro vicepresidente de la patronal cartagenera Juan Castejón. Gómez-Vizcaíno no se mordió la lengua. «Le advertí de que su postura podía suponer la salida de la COEC de la CROEM y de que podía pasar a la historia como el peor presidente de los empresarios de la Región al hacer añicos la unión entre todos. Le dije que se había abierto la caja de los truenos y que los empresarios de Cartagena llevaban más de cien años con representación en el Puerto. Eso es algo que se han querido cargar de un plumazo, incluso desde la consejería de Obras Públicas del Gobierno regional, designando al presidente de la CROEM como representante empresarial en el Puerto», explicó el vicepresidente de la COEC.

Finalmente, los ánimos se calmaron y Del Toro tendió una mano al diálogo y la negociación. «No puedo rechazar esa mano tendida y mañana mismo –hoy para el lector– le llamaré para establecer negociaciones y perfilar ese plan B con el que me sorprendió ayer», comentó Diego Illán, quien considera que las reuniones mantenidas ayer han servido para limar diferencias y firmar la tregua, al menos por el momento.

Tras la llamada a Del Toro, el presidente de la COEC convocará a su junta directiva de urgencia para explicarles la conversación y tomar las decisiones que estimen oportunas. No obstante, Del Toro tomará posesión como consejero del Puerto en la reunión que se celebrará el 9 de diciembre.