La gran carena -revisión a fondo- del submarino S-71, que Navantia suspendió hace poco más de dos semanas porque el ministerio de Defensa no pagaba los trabajos se reanudará en breve. Así lo anunció ayer el secretario general del PSRM-PSOE, Pedro Saura, tras ponerse en contacto con el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez.

"Hoy (ayer para el lector) este tema se ha desbloqueado, se ha resuelto el problema administrativo y el Gobierno de España, que ha demostrado que le preocupaba esta cuestión, ha dado las instrucciones para que inmediatamente se pongan en marcha los trabajos", explicó ayer Saura en un comunicado, en el que recordó que ya la semana pasada mandó un mensaje de tranquilidad tanto a los trabajadores del astillero como de las empresas auxiliares de la zona, "asegurándoles que el PSOE estaba trabajando para la pronta resolución del problema".

El anuncio de la reanudación de la gran carena del S-71 se produce apenas 48 horas después de que el nuevo jefe del Arsenal Militar de Cartagena, el vicealmirante Jaime Muñoz-Delgado, expresase su convencimiento de que Defensa retomaría los trabajos.

Quien no se mostró tan optimista fue la alcaldesa, Pilar Barreiro, que incluso manifestó su temor sobre la continuidad del Arma Submarina. En su opinión, si Defensa no tenía dinero para afrontar la gran carena del S-71, tampoco lo tendría para las del resto de submarinos, que no podrían salir a navegar si no pasaban por esta revisión. De hecho, Barreiro, en su condición de diputada nacional, llevó al Congreso una batería de ocho preguntas para conocer en qué estado se encontraba este proyecto.

Finalmente, Pedro Saura, del mismo signo político que el partido en el Gobierno de España, ha sido quien ha despejado la inquietud que existía entre los trabajadores de las contratas de los astilleros en Cartagena. En caso de no reanudarse los trabajos y quedar suspendidos de forma indefinida, trescientas personas podrían haberse quedado en el paro. Además, se hubiera puesto en serio peligro la supervivencia de alrededor de veinte empresas de la comarca que trabajan para Navantia.

La falta de la orden de ejecución, que según Saura se firmará en breve, hubiera supuesto que Navantia no hubiese podido cobrar los alrededor de diez millones de euros que cuesta revisar y renovar los equipos de un buque de estas características.