En la actualidad existen varios tipos de implantes dentales en el mercado, cuyo principal objetivo es dar solución a aquella persona con problemas en su dentadura debido a la falta de piezas dentales. Estas raíces artificiales permiten cementar o atornillar de manera fija prótesis o dentaduras completas, dando así una solución funcional, estética y estable a los pacientes. El más usado y recomendado tipo de implante dental es el roscado, conocido de manera común por su forma de tornillo. Además, el material más utilizado para estas prótesis que acaban reponiendo la ausencia de piezas dentales es el titanio, debido a su capacidad para evitar reacciones alérgicas en el paciente. “El proceso de colocación de implantes dentales comienza con el diagnostico de un especialista, que debe realizar la exploración del paciente y las pruebas necesarias para el estudio de la viabilidad y del tratamiento a seguir”, afirma Pedro Orenes, jefe de la Unidad Dental de Quirónsalud Murcia.

El primer paso antes de planificar un tratamiento de implantes dentales es llevar a cabo un estudio radiológico, para ver si existe suficiente cantidad de hueso y si es viable colocar los implantes. “En el caso de que la superficie ósea no se la suficiente, se estudiará la posibilidad de hacer un injerto de hueso para ganar volumen óseo”, explica el Dr. Orenes del Hospital Quirónsalud Murcia, donde ante esta situación utilizan plasma enriquecido en plaquetas que contribuye a la rápida regeneración del hueso.

Los días posteriores a la cirugía se podrán notar algunas molestias, aunque por lo general, no se deberían presentar mayores complicaciones si el paciente sigue cuidadosamente las indicaciones que le da el odontólogo. Se aconseja además esperar un tiempo mínimo prudencial para que el implante esté agarrado totalmente al hueso. Ese tiempo puede oscilar, según cada profesional, entre 2 y 6 meses. A partir de la colocación de la corona se puede empezar a comer con normalidad.

La vida media de las prótesis suele oscilar entre los 15 y 25 años. Se recomienda que para una mayor durabilidad se tenga una correcta higiene bucodental y realizar revisiones periódicas con el odontólogo.

¿Cuál es el precio de los implantes dentales?

El precio final de los tratamientos de implantología puede variar dependiendo del estado de salud bucodental del paciente, así como del número de implantes dentales que necesite. “La salud de los pacientes no tiene precio, pero deben saber que un buen tratamiento se debe valorar y conlleva un coste”, afirma el jefe de la Unidad de Dental de Quirónsalud Murcia, cuya clínica ofrece facilidades de pago y financiación hasta 12 meses sin intereses.

La edad indicada para la colocación de implantes dentales suele ser a partir de los 18-21 años, una vez ha concluido el crecimiento óseo facial del paciente. 

Implantes dentales: una solución estable, funcional y estética para la falta de piezas en la dentadura

Compatibilidad entre implantes dentales y ortodoncia

La colocación de implantes dentales no está reñida con el uso de ortodoncia, siendo recomendable previamente realizar un estudio y planificación por parte de los especialistas en ortodoncia e implantología. “Es recomendable realizar en primer lugar el tratamiento con ortodoncia y después la implantología. En nuestra clínica trabajamos con los mejores profesionales formados en las dos áreas para trabajar de manera simultánea y obtener los mejores resultados”, explica el Dr. Orenes.

Más allá de la compatibilidad con el uso de ortodoncia, la colocación de implantes dentales es un tratamiento accesible para todas las personas, aunque existen patologías que necesitan que un médico especialista dé la autorización, pues la realización de esta cirugía puede llevar contraindicaciones. Aunque no existen incompatibilidades como tal, hay que tener en cuenta que, dependiendo de la enfermedad o patología que posea el paciente se deberá de esperar a finalizar sus correspondientes tratamientos.

Mala higiene bucodental y otras patologías incompatibles con los implantes dentales

Sí, se dan algunos casos en los que determinadas enfermedades o patología suelen ser incompatibles con la colocación de implantes dentales. La más común suele ser una mala higiene bucodental, ya que las bacterias no eliminadas dañarán los implantes y el paciente los acabará perdiendo. Las personas fumadoras también pueden encontrar problemas a la hora de realizarse tratamientos de implantología, pues el tabaco disminuye el aporte sanguíneo al hueso y a la encía que rodea al implante. Aquellos pacientes alérgicos al titanio encuentran en el mercado opciones de implantes de otros materiales, como es el caso del zirconio.

Implantes dentales

En los pacientes inmunodeprimidos (pacientes con VIH, pacientes tratados con quimioterapia y/o radioterapia) tampoco es recomendable la colocación de prótesis dentales, debido a los problemas de cicatrización y reacción deficiente del sistema de defensa, así como a las mujeres embarazadas, posponiendo la colocación de implantes cuando la paciente haya finalizado su embarazo, para evitar posibles complicaciones al futuro bebé, así como molestias innecesarias a la futura mamá.

La importancia del tratamiento de implantes dentales

La importancia de la reposición de las piezas dentales radica en que cada diente tiene una función específica en nuestra boca. Por esto, si falta alguno de ellos, el resto de dientes deberán compensar las funciones que debería de realizar el caído. El espacio que queda entre los dientes, si se opta por no llevar a cabo un tratamiento de implantes dentales, provoca una alteración en la boca que puede conllevar graves problemas bucales, además del deterioro de la imagen.

También se deja de pronunciar correctamente determinados sonidos, lo que dificulta las relaciones interpersonales y laborales, y dificulta la masticación y digestión de los alimentos. La pérdida ósea también se ve afectada. Cuando no hay dientes el hueso que los soporta tiende a encogerse por la falta de estimulación que ejercía la presión de las piezas al masticar. El hueso va perdiendo altura y anchura conforme pasa el tiempo y a medida que esto ocurre, la encía que lo recubre también se encoge. Se crea una concavidad y los restos de los alimentos van impactando en los dientes inmediatos favoreciendo la aparición de caries. También sus raíces pueden quedar en el exterior exponiéndose a las infecciones.

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