Las enfermedades cardiovasculares provocan más de 17 millones de muertes en el mundo cada año, convirtiéndose en la principal causa de mortalidad en el mundo occidental y representando casi la mitad de todos los fallecimientos en España. Es por ello que los especialistas del Hospital Quirónsalud Murcia recomiendan que se controle la presión arterial y el índice glucémico, considerados dos de los principales factores de riesgo para la salud cardiovascular, con el objetivo de prevenir este tipo de trastornos.

"Una hiperglucemia mantenida en el tiempo puede provocar daños en nuestros vasos sanguíneos hasta alcanzar las arterias mayores y generar enfermedades cardiovasculares. Por su parte, una tensión alta aumenta progresiva y linealmente el riesgo de muerte por un infarto o un ictus conforme aumentan las cifras de tensión arterial", explica el doctor José Nieto, cardiólogo del Hospital Quirónsalud Murcia, quien apunta a la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y la herencia genética como otros de los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, la mayoría de las cuales tiene su origen en la arterioesclerosis, una dolencia causada fundamentalmente por la obstrucción de las arterias debido al depósito de colesterol.

Enfermedades cardiovasculares en mujeres

En el caso de las mujeres, especialmente cuando se supera la barrera de los 50 años de edad, la enfermedad cardiovascular es una de las principales causas de muerte debido a la bajada de estrógenos que se produce en la menopausia. En este sentido se pronuncia el especialista de Quirónsalud Murcia, que explica que la "caída" de estas hormonas protectoras durante ese momento de la vida de la mujer "produce un aumento de peso y del colesterol", así como la aparición de "hipertensión y diabetes".

Entre los aspectos negativos también se encuentran los síntomas de infartos en la mujer, que pueden llegar a presentarse con un dolor menos intenso, acompañado de una falta de aire, circunstancia que provoca, en muchas ocasiones, un retraso a la hora de realizar el diagnóstico, empeorando así el pronóstico.

¿Cómo prevenir el riesgo cardiovascular?

La inmensa mayoría de las enfermedades cardiovasculares están asociadas a factores de riesgo de sobra conocidos y modificables, lo que significa que un elevado porcentaje de los mismos se podrían prevenir si la persona afectada come de forma sana y equilibrada, ya que, según algunos estudios, la incidencia de este tipo de complicaciones se reduce hasta un 30% gracias a la dieta mediterránea. También se puede prevenir el riesgo cardiovascular reduciendo el consumo de sal y de grasas animales, optando por el pescado, las frutas, las verduras y las legumbres.

Hacer ejercicio moderado de forma regular y controlada es otra de las alternativas saludables para evitar que aparezca una enfermedad cardiaca, pero antes de practicar cualquier actividad física es conveniente recibir asesoramiento médico, sobre todo cuando la persona en cuestión tiene más de 35 años. También es importante mantener el peso ideal para prevenir la hipertensión arterial y la diabetes, así como someterse a chequeos periódicos (sobre todo a partir de los 50 años) como mecanismo de control de la aparición de factores de riesgo cardiovascular, y promover hábitos de vida saludables desde la infancia y la adolescencia.