Los pasados días 6, 7 y 8 de junio, marcados en rojo en el calendario de miles de estudiantes murcianos, fueron la fecha escogida para la realización de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) en la Región de Murcia, prueba que tras dos marcada por la pandemia ha podido realizarse sin la aplicación de un protocolo sanitario específico. Esta vuelta a la normalidad ha conllevado el incremento en 1.000 estudiantes más con respecto a la convocatoria de 2019, lo que ha requerido por parte de la UMU de un aumento de las sedes para su realización, pasando de 9 a 12.

La prueba académica, a la que se han presentado un total de 8.452 estudiantes (7.430 a la fase general, y 1.024 únicamente a la fase voluntaria, procedentes tanto de Formación Profesional como Bachillerato de años anteriores que concurren a mejorar alguna nota), sí que ha mantenido el modelo de examen realizado durante la pandemia, en el que las opciones A y B clásicas se refunden en una con más opciones. Un total de 44.084 exámenes corregidos por 385 evaluadores de 23 materias distintas, que arrojan un porcentaje de aprobados, aún a falta de resolver las reclamaciones, del 93,1, tres puntos inferior al curso pasado, situándose la nota media de acceso en 7,81.

La principal diferencia con respecto a las convocatorias de los últimos años ha sido la ausencia de un protocolo sanitario de obligado cumplimiento. «Las mascarillas no son obligatorias, aunque sí recomendables. No hay hidrogeles en las aulas ni un refuerzo extra de la limpieza, sino el ordinario en una EBAU normal, aunque las puertas de las aulas han permanecido abiertas todo el tiempo», apunta Sonia Madrid, vicerrectora de Estudios de la Universidad de Murcia.

Sonia Madrid, vicerrectora de Estudios de la UMU

Más allá de las calificaciones

La EBAU 2022 en la Región de Murcia, además de las tan ansiadas mejores calificaciones, que este año han compartido un estudiante del IES Diego Tortosa y otra estudiante del Colegio Santa Joaquina de Vedruna, con un 9,99 sobre 10, ha vuelto a dejar de manifiesto el carácter integrador de la UMU, que entre otras acciones ha ayudado a muchos alumnos con necesidad de apoyo. «Las máximas calificaciones hablan del valor del esfuerzo y del sacrificio de estos estudiantes, pero también de las familias y los centros que los han acompañado durante todo este tiempo», afirma Sonia Madrid.