Instituciones Penitenciarias

Un perro para que la droga no entre en la cárcel de Campos del Río

Los funcionarios de prisiones lo celebran y piden otro para el penal de Sangonera

El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, presentó esta iniciativa en Burgos este martes.

El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, presentó esta iniciativa en Burgos este martes. / M.I.

Ana Lucas

Ana Lucas

La cárcel de Campos del Río contará en breve con un nuevo trabajador, especializado en impedir que se cuelen sustancias estupefacientes en el penal. Se trata de un perro que, de la mano del funcionario que se ocupe de su adiestramiento y cuidado, ‘revisará’ a las personas que accedan a la prisión, ya sean visitantes o reclusos que vuelven de un permiso.

En concreto, el Ministerio del Interior dispondrá de unidades caninas de búsqueda de sustancias estupefacientes en 12 cárceles más (una de ellas la más grande de la Región) a lo largo de este año, con lo que serán ya 23 las prisiones españolas que dispongan de animales detectores de drogas.

El curso para formar a los adiestradores y a los perros acaba en junio: entonces llegará al penal

El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, presentó esta iniciativa en Burgos, donde se imparte el curso formativo para los profesionales que estarán a cargo de los animales. El curso, que acaba en junio, tiene como objetivo la cualificación de 25 profesionales penitenciarios y el adiestramiento de 25 perros que detectarán sustancias mediante el sistema de marcaje lapa. Estará impartido por especialistas en esta técnica de la Policía Local de Burgos y de otros puntos del país y por un experto cinológico de la prisión burgalesa, informa el Ministerio. 

Desde Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) celebran la llegada del perro a Campos del Río y expresan que «ojalá se incorporase otro a Sangonera». Y es que «todo lo que contribuya a evitar que entre droga en la prisión, lo valoraremos positivamente, porque la droga es una de las principales causas de conflicto entre internos, así como de problemas como sobredosis y fallecimientos». 

Un portavoz del colectivo, que agrupa a funcionarios de los penales de Campos del Río y Sangonera, detalla que «se formará solo a un funcionario, que será el guía del perro». «El perro lo tendrá en su casa y acudirá al trabajo con él. Su misión va a ser, cuando haya un vis a vis o comunicaciones, pasar el perro alrededor de las personas y que pueda detectar la droga», manifiesta. Al igual que en la Unidad Canina de la Policía, «estos animales tienen que tener un guía, una persona de referencia que va a estar con él las 24 horas», recuerda TAMPM.

Aparte, registros y cacheos

El proyecto comenzó con una experiencia piloto en el Centro Penitenciario de Burgos en el año 2018. Desde entonces, de forma progresiva, se han ido constituyendo equipos de esta naturaleza en otras diez prisiones: Albolote, Algeciras, Córdoba, Huelva, Madrid III, Málaga I, Málaga II, Mallorca, Puerto III y Sevilla II. 

Las unidades caninas son uno de los recursos, junto a otros como los tradicionales registros, y cacheos, de los que disponen los funcionarios de prisiones para neutralizar la presencia de droga en el interior de los penales. 

Los centros penitenciarios que contarán con nuevas unidades son, además de Campos del Río, A Lama (Pontevedra), Castellón II, Ceuta, Las Palmas II, León, Madrid V, Madrid VII, Teixeiro (A Coruña), Topas (Salamanca), Valencia y Zaragoza.