Un individuo de 53 años de edad ha reconocido ante la Audiencia Provincial de Murcia haber abusado sexualmente de dos niños, hijos de su compañero de piso, tras atraerlos hasta su cuarto diciéndoles que les dejaría jugar con sus videojuegos.

Los hechos se remontan a 2015 y tuvieron lugar en una vivienda de la huerta de Murcia, donde el sujeto alquiló una habitación. La casa era de un hombre que se encontraba divorciado y tenía dos hijos, dos varones de 9 y 6 años de edad respectivamente en el momento de los abusos. Los pequeños visitaban a su progenitor dos días a la semana y fines de semana alternos. 

Tal y como se lee en el relato de hechos probados de la sentencia,  «la convivencia de los menores los fines de semana que estaban con su padre y el acusado era estrecha, y a que este tenía amplios conocimientos informáticos y un potente equipo en su habitación, con tres pantallas, que dejaba a los niños para jugar a diversos juegos, cuando estaba en la vivienda». 

Los ataques sexuales se produjeron en una casa de la huerta, donde el hombre, de 53 años, alquiló un cuarto

El encausado «en otoño del año 2015, aprovechando que los menores se encontraban en su habitación jugando al ordenador, los sentaba sobre sus rodillas, realizándoles tocamientos por encima de la ropa y por dentro de la ropa», en sus genitales.

En concreto, detalla la sentencia, al niño de 9 años lo tocó en al menos dos ocasiones, y al de 6 en al menos nueve

«El día 9 de julio de 2016, los padres de los niños denunciaron los hechos ante las autoridades, adoptándose el día 20 de julio de 2016, una medida de prohibición de comunicación y prohibición de aproximación a los menores», recuerda el tribunal, que admite que la causa se ha dilatado muchísimo en los juzgados. 

El individuo, que se encuentra encarcelado por otras cuestiones, reconoció en la vista oral lo que había hecho a los pequeños. Por tanto, no hubo juicio como tal y el asunto se resolvió con una conformidad, que posibilitó que la pena por estos dos delitos de abusos sexuales continuados fuese menor que la que pedía la Fiscalía en un principio. 

Se declara insolvente

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial condenó al hombre a tres años y medio de prisión por cada uno de los delitos de abusos (las penas suman siete años entre rejas). No podrá trabajar en nada que tenga que ver con niños durante siete años, y no podrá aproximarse a menos de 300 metros de sus víctimas en una década. 

Cuando salga del penal tras cumplir la condena por abusar de los hermanos, pasará dos lustros en libertad vigilada. Asimismo, se le condena a indemnizar con 5.000 euros a cada uno de los pequeños de los que abusó

El individuo se declara insolvente, por lo que el tribunal insta a la madre de los menores a iniciar el procedimiento para que el Estado le dé ayudas por ser víctimas de delitos sexuales.

La sentencia es firme y contra la misma no cabe recurso.