"Cuando busqué Justicia, nunca me dieron la razón, porque tenía solo a mi hija de testigo y era menor de 12 años". Así se refirió a los malos tratos que, aseguró, sufrió por parte de su pareja Sofía Elisabeth R.G., la joven que se sienta en el banquillo de los acusados por matar de una cuchillada a su esposo en San Pedro del Pinatar, y que sigue insistiendo en que no quiso acabar con la vida de Esteban. El pasado viernes, el jurado popular quedó conformado, en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial, con sede en Cartagena, aunque el interrogatorio de la acusada se trasladó a este lunes, por una cuestión de tiempo. "Yo lo que quería era autolesionarme", afirmó la mujer.

El magistrado Enrique Domínguez preside la sala. La Fiscalía pide para la procesada 15 años de cárcel por un delito de homicidio. La acusación particular, que expone que fue un asesinato, quiere que pase 25 años entre rejas. Hace tres años, la joven fue arrestada y mandada a prisión provisional por matar a Esteban, que recibió una cuchillada en la yugular. Algo que ella nunca ha negado que hizo (es más, el día de los hechos llamó ella misma a Emergencias para decirlo), pero que, insiste, no fue un crimen: fue un accidente, en el transcurso de una discusión de cuyo comienzo hay hasta un vídeo. "Cuando yo me enteré en el calabozo de que Esteban había muerto, y de que iba a ir a la cárcel, me alegré de que hubiese grabado todo", declaró este viernes Sofía.

Así fue la discusión previa que tuvo Sofía Elisabeth R. antes de matar a su esposo de una cuchillada

Así fue la discusión previa que tuvo Sofía Elisabeth R. antes de matar a su esposo de una cuchillada L.O.

La procesada, al comienzo de su declaración, explicó que su esposo se fue primero a Estado Unidos y luego a la capital de España. "Dijo que no se quería ver en una mierda de Murcia, con perdón, dijo que se quería ir a Madrid. Yo tenía mi trabajo fijo aquí, le dije que no le iba a cortar las alas". Según ella, no le pasaba la manutención y admite que amenazó con denunciarlo. "Nosotros teníamos una relación tóxica, pero tengo que aceptar que estaba enamorada de él", manifestó.

A este respecto, dijo que "siempre discutíamos, incluso delante de mis hijos: mi hija fue testigo de mucho maltrato, incluso ella fue maltratada".

El detonante de la pelea que acabó en muerte fue que ella leyó una conversación de su marido con otra persona, "una conversación que no era de amigos". "Teníamos nuestros hijos, yo al menos pensaba que iba a respetarnos", remarcó. Sofía confesó que llegó a llamar por teléfono "a esa chica", y esa conversación "me destrozó el corazón". "Ella no estaba con Esteban porque ella no había querido, pero había negado a nuestros hijos. Le dije que quería pruebas, porque yo no la creía, y me mandó fotos al WhatsApp", apuntó. Tras ello, destrozada, fue a buscar consuelo a casa de su suegra, pues "yo estaba decepcionada de Esteban".

"Jamás le hubiera hecho daño a ese hombre, jamás. Apartando la infidelidad, quería que hablásemos por nuestros hijos", recalcó. Él estaba en Madrid y se desplazó a la Región, "yo no lo niego, le insistí en que viniese para hablar con él". Y al verse, comenzó la discusión.

"El simplemente me quiso quitar el cuchillo, ya está, ¿yo cómo iba a saber exactamente dónde está la vena aorta?"

"¿Por qué no eres responsable de nuestros hijos? Esteban quiere quitarme el móvil y me empieza a dar puñetazos en las piernas. Le dije: 'esta vez sí te voy a denunciar'. Él iba a coger su mochila y se iba a largar, como otras veces había hecho. Y comenzó a grabarme, y yo saco todo. Me violó, me drogó, me dejó encerrada con mis hijos. Yo le estoy empujando dentro de casa, yo veo dos botes de alubias, no sé qué era, pensé que se estaba llevando la comida de mis hijos, luego lo sentí como limosna".

"Soy muy creyente, que Dios me castigue... Esteban es verdad que solo quiso quitarme el cuchillo, jamás le hubiera hecho daño al padre de mis hijos o a su familia, que había sido mi familia. Mis suegros han sido mis padres desde que estoy en España, ellos saben el sufrimiento que yo tenía. Yo pasé una pesadilla antes", destacó la mujer, que comenzó a llorar al hablar de sus hijos. "Yo no me siento culpable de una muerte que no quise que pasara", expresó, llorando, "jamás quise quitarle la vida a ese hombre, nadie sabe la pesadilla que estoy pasando".

"Negra, deja el cuchillo"

"Él lo único que quería era impedir que yo me hiciera daño. Me decía: 'Negra, deja el cuchillo'. Yo no le quise clavar", continúo, entre lágrimas, "él simplemente me quiso quitar el cuchillo, ya está, ¿yo cómo iba a saber exactamente dónde está la vena aorta?"

A la pregunta de la fiscal de por qué no soltó el cuchillo en ningún momento, cuando Esteban la tenía cogida y ella ya no tenía posibilidad de autolesionarse, la procesada insistió en que "estaba frustrada, agobiada, decepcionada... en ningún momento se me pasó (por la cabeza) que iba a pasar lo que ha pasado".

La mujer llamó a Emergencias para pedir "que vengan rápido a casa, pero no me imaginaba que Esteban esta muerto". Y al ver el móvil, pensó: "Por esta mierda hemos discutido, por esta mierda ha sido todo".

Sobre la violencia machista que asegura que sufrió, insistió en que puso una denuncia y que jamás la retiró. "Me llamaron de una asociación de mujeres maltratadas", apuntó, pero no pudo asistir a sus sesiones, porque tenía que trabajar. "No hicieron nada nunca" pese a sufrir, su hija y ella, "maltratos físicos y psicológicos".

A preguntas de la abogada de la acusación particular, subrayó que lo que ella tenía "no era un matrimonio normal", que él venía de Madrid de vez en cuando y se comportaba como si no tuviese hijos, pero "yo creía en Esteban, pensaba que iba a cambiar". "Mucha gente me dijo: 'vas a perder el trabajo, vas a dejarlo todo por Esteban', pero yo creia a él".

"¿No te das cuenta de que el papá es malo?"

Aseguró que "por vergüenza" no denunció los malos tratos de los que había sido víctima su hija.

"Yo tenía el cuchillo en la mano para autolesionarme a mí misma", dijo a la abogada de los que fueron sus suegros.

De la defensa de Sofía Elisabeht se hace cargo el conocido penalista Fermín Guerrero, el cual, en su intervención el primer día del juicio, puso el acento en que "ni siquiera las dos acusaciones coinciden en cómo han sucedido los hechos". "A mí me toca la parte más difícil: representar a una persona que lo hizo sin intención y que es una víctima más", manifestó entonces. Este lunes, indagó en qué maltrato en concreto sufrió su hija por parte del padre: "Eran de vez en cuando, pero eran fuertes. Mi hija tenía hasta miedo. Mi Michelle me decía: '¿No te das cuenta de que el papá es malo?' No puedo ver a mis hijos, porque esa familia (de Esteban) no me deja, pero quiero que lleven a un psicólogo a mi hija, para ver si ese hombre le hizo algo a mi hija", contestó la acusada.

Sofía también relató que una vez sufrió una agresión sexual por parte de su pareja: "Esteban me tenía en un descampado, golpeándome, queriéndome quitar la ropa", es lo único que recuerda del episodio. "Fue la primera vez que me quise autolesionar. Me llevó al médico, yo no denuncié porque el médico era un padre de familia del cole de mi hija, me dio vergüenza. Yo estaba ahí ida". Guerrero apuntó que, tras episodios de malos tratos, él se marchó a Estados Unidos por temor. Desde ahí "pagaba el alquiler, él decía que eso era suficiente".

"Es poca la gente que perdona que te estén golpeando. Eso, para mí, es algo imperdonable. Mi hija a veces se hacía pipí cuando él le hablaba", fue desgranando, para añadir que a Esteban lo amaba "muchísimo".