Un individuo que ahora tiene 69 años de edad se sentará el próximo miércoles en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Murcia por, presuntamente, haber abusado sexualmente de su sobrina política desde que la niña tenía 12 años y hasta que cumplió 15.
Tiene claro la fiscal que el sujeto, cuyas iniciales son F. A. G., llevó a cabo los ataques sexuales en la vivienda en la que residía la menor con su familia, en una pedanía de Murcia. El hombre acudió a este domicilio por sus vínculos familiares y con una excusa: acompañaba a su nieto para que jugase con el hermano de la víctima, un niño de 11 años.
En la calificación fiscal se detalla que «cuando la víctima contaba con 12 años de edad, esto es en el periodo comprendido entre el 28 de noviembre de 2014 y el 28 de noviembre de 2015 y en fechas no concretadas, hasta en cuatro ocasiones le tocó el culo por encima de la ropa».
Asimismo, «cuando la menor contaba con 13 años, esto es en el periodo comprendido entre el 28 de noviembre de 2015 y el 28 de noviembre de 2016 y en fecha no concretada, una vez, el investigado, encontrándose a solas con la niña en el garaje de la vivienda, la puso de pie contra la pared para, a continuación y por encima de la ropa, rozarse con su parte genital con el culo de la misma».
La fiscal destaca que volvió a cometerse otro abuso cuando la adolescente tenía 14 años, y otro con 15. «En esta ocasión la menor se cortó la muñeca con la cuchilla de un sacapuntas con la finalidad de autolesionarse, por la rabia e impotencia que le causaba la actuación del acusado, pero ella misma se curó», apostilla el Ministerio Público.
Desde el mes siguiente a esta primera autolisis, la adolescente está en tratamiento en un centro de salud mental. En otoño de hace tres años, tiene en cuenta la Fiscalía en su escrito, «ingirió un número considerable de pastillas con el fin de quitarse la vida, manifestando que estaba cansada de vivir». Al encontrarse mal en el instituto del cual era alumna, la jefa de estudios avisó a los servicios de emergencias, que trasladaron a la menor al Virgen de la Arrixaca. Fue entonces cuando la menor, de 16 años en aquel momento, narró que había tomado las pastillas porque estaba siendo víctima de abusos sexuales.
La Fiscalía pide para F. A. G. una pena de seis años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual y que indemnice a su víctima, que ahora tiene 19 años de edad, con 8.000 euros por los daños morales causados. Asimismo, solicita que, cuando este individuo salga de prisión, se le mantenga durante ocho años más en libertad vigilada y que no se pueda acercar a la joven.
