Casi cuatro años después del doble crimen, este mes arrancaba el juicio contra el único sospechoso. La Audiencia Provincial de Murcia ha sido escenario la vista oral por el doble parricidio cometido en Las Torres de Cotillas, un caso que ya tiene veredicto.

Al inicio, el juez elogiaba el "trabajo muy bueno" del jurado, que ha acordado su dictamen tras horas deliberando. El jurado ve pruebas suficientes para inculpar al joven Iván G. P., para quien la Fiscalía pedía medio siglo entre rejas, del doble crimen. Y lo han declarado culpable de homicidio.

El chico se sentaba en el banquillo acusado de asesinar a su madre, Antonia, y a su hermano pequeño, Miguel Ángel, en la madrugada de Martes Santo de 2018

"Yo reconozco que no soy una persona fácil, no soy un angelito", decía en la primera sesión del juicio este individuo, de 31 años de edad, en su declaración, donde insistió en que él no ha matado a nadie.

"Un santo no soy"

"Un santo no soy, si yo lo reconozco", reiteró el chico. "Cuando yo me enteré de que mi madre había fallecido, había delante tres guardias civiles y mi letrado. Que diga la Guardia Civil si esos llantos eran manipulados o qué eran".

"Llevo 1.382 días recordándolo perfectamente todo", aseguró. Tachó de "perfecta" la relación con su hermano, aunque "teníamos nuestros trapicheos". También dijo llevarse muy bien con su madre.

 "Si yo estuviera loco, ya habría agredido a la mitad de la sala, pero yo tengo valores y principios", hizo hincapié.