Los dos individuos que fueron detenidos y luego mandados a la cárcel acusados de violar a un hombre en Cabezo de Torres han pedido salir de prisión porque, afirman, no hay pruebas contra ellos y su víctima únicamente presentaba, alegan, rasguños. La Audiencia Provincial de Murcia ha desestimado la petición de O. B. y M. B., en quienes ve un elevado riesgo de fuga, porque no tienen domicilio conocido y porque la pena que puede caerles, cuando salga su juicio, podría llegar a los nueve años entre rejas.

Los hechos tuvieron lugar en febrero de este año. La víctima explicó que había conocido a sus agresores en el comedor social Jesús Abandonado, y que ellos le invitaron a él a su vivienda, una casa okupa. La noche de los hechos, contó, bebieron alcohol y fumaron porros y, según dijo, los acusados también tomaron pastillas.

Los acusados aseguran que no existe en el informe forense evidencia alguna de agresión sexual al denunciante: solo una leve congestión en el esfínter sin que se objetiven lesiones. La Audiencia, al desestimar su recurso, subraya que hay indicios claros tanto de la participación de los sospechosos en la violación como de varios robos con fuerza perpetrados en dos coches.

El relato de la víctima

«Me quedé bloqueado», apuntaba, en su declaración judicial, el hombre agredido, a quien los atacantes, denunció, quitaron el dinero que llevaba encima: según él, 700 euros, con los que pensaba pagar un alquiler. Lo había ganado en diciembre, porque había estado trabajando en una heladería, comentó. «Lo único que me decía es que me iba a matar», rememora, en especial de uno de sus atacantes, M. B. Le pegaron con dos palos, uno de hierro y otro de plástico, e intentaron introducirle vía anal uno de ellos. No lo lograron, pero sí lograron penetrarle con el pene, apunta la víctima, que especificó que le violaron por turnos. Uno de los atacantes le introdujo el pene en la boca mientras el otro le golpeaba. Al terminar, le orinaron encima.

Cuando pudo zafarse de sus agresores, continuó el hombre, salió corriendo a la calle desnudo y pidió ayuda. Fueron miembros de la Policía Local los que atendieron al varón y le llevaron al cuartel a poner la denuncia. Asimismo, luego los agentes fueron con él a la casa okupa que había sido escenario de la agresión, donde pudo recoger su ropa. Los agresores ya se habían esfumado.

Eran agentes del Instituto Armado los que localizaban a los sospechosos días después del ataque: el viernes por la noche, en el mismo Cabezo de Torres, tras recibir un aviso de que se estaba produciendo un altercado en la calle, con gente al parecer bajo los efectos del alcohol. Al llegar, se encontraron con que dos de los sujetos eran los jóvenes a los que estaban buscando por la violación al hombre, de origen alicantino.