La Policía Nacional localizó a primera hora de la mañana de ayer en una vivienda de La Providencia a la joven de 17 años desaparecida durante la madrugada del pasado martes a las puertas de la discoteca El Jardín.

La chica -cuya identidad responde a las iniciales María A. R. G.-, aseguró a los agentes que se había refugiado en la casa huyendo de varios jóvenes que la habían seguido desde la puerta de la discoteca, situada a más de tres kilómetros del lugar donde fue hallada. A pesar de que la menor se encontraba en buen estado en el momento de su localización, tuvo que permanecer ayer varias horas en el área de urgencias del Hospital de Cabueñes, ya que presentaba varios cortes en el cuerpo que se había producido ella misma después de romper una ventana para acceder al inmueble.

La alarma de la presencia de la joven en la vivienda la dio la cuñada del propietario, un hombre natural de La Coruña que utiliza este chalet como lugar de vacaciones y que actualmente no se encuentra en Gijón. La mujer vio luces en la casa cuando paseaba por La Providencia. Al acercarse al inmueble, se encontró con el rastro de sangre que había dejado la joven desaparecida y decidió avisar a su cuñado. El hombre se puso a su vez en contacto con los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que se desplazaron poco después hasta el lugar y que localizaron a la joven sentada en el sofá del salón completamente desorientada y balbuceando.

La chica, alumna de cuarto de Educación Secundaria del Instituto Calderón, relató a los funcionarios policiales su versión de lo sucedido. Se había disfrazado de hippie para celebrar el carnaval y se alejó de sus amigas antes de que entraran a la discoteca El Jardín. Desapareció sin documentación, sin dinero y sin teléfono móvil.

"Todavía no había llegado a entrar a la fiesta de Carnaval. Estaba con sus amigas y pasaron todas dentro menos ella y otra chica. Mi hermana le dijo a esta chica que entrara a por su móvil y cuando volvió ya no había nadie", relataba poco después de denunciar la desaparición la hermana de la joven. La menor aseguró a la Policía que huyó de la zona de la discoteca para evitar a varios chicos que la seguían. Caminó casi tres kilómetros y encontró una vivienda en la que decidió refugiarse del frío. Llamó a la puerta y al ver que no contestaba nadie rompió una ventana para entrar. Una vez en el interior, se cambió de ropa que encontró en la casa y se echó en una de las camas a dormir.

La investigación aún no ha concluido. Los agentes esperan ahora que la joven se recupere completamente y que pueda explicar los pormenores de este extraño suceso. Los funcionarios de la Policía Científica ya inspeccionaron en la mañana de ayer la vivienda para comprobar que a su interior no hubiera accedido alguna otra persona que no fuera la joven.