La Policía Nacional y los Mossos han detenido a 19 personas en una operación conjunta que ha permitido desarticular una red de supuestos narcos que trasladaban hachís desde el sur de España hasta Cataluña por carretera como auténticos 'fitipaldis', a velocidades de más de 200 kilómetros por hora.

En rueda de prensa, el inspector Quim Francès, jefe del Área Central de Crimen Organizado de los Mossos d'Esquadra, y el inspector José María Párraga, jefe del grupo cuarto de Estupefacientes de la Policía Nacional, destacaron ayer que la operación es una de las más importantes de los últimos meses contra el tráfico de hachís. Los detenidos, de los que 17 ya han ingresado en prisión por orden judicial, hacían una media de dos viajes al mes al sur de España, donde les llevaban hachís procedente de Marruecos, y lo trasladaban -a razón de dos toneladas mensuales- hasta Cataluña en viajes de ida y vuelta por carretera que no duraban más de 12 o 13 horas.

Una vez en Cataluña, la red contactaba con organizaciones criminales de Francia o Italia, que venían a buscar la droga pagando el doble del precio que esta mercancía tiene en España, donde se puede adquirir en el mercado negro por entre 1.500 y 2.000 euros el kilo. El hachís era transportado en vehículos de gama alta desde el sur de España, en el maletero y en los asientos traseros, sin apenas disimular, en viajes que se iniciaban a las 17.00 horas en Barcelona y finalizaban a las ocho de la mañana del día siguiente en la capital catalana, ya de vuelta.

Según explicaron Francès y Párraga, en los viajes de ida y vuelta para buscar el hachís, los narcos circulaban con matrículas falsas, aprovechaban las horas nocturnas para pasar desapercibidos y llevaban por delante a otro vehículo, que también iba a más de 200 por hora, haciendo las labores de vigilancia.

Las pastillas de hachís tenían un sello para marcarla en función de su calidad y facilitar así los contratos de compra, siendo la que llevaba la marca del escudo del Real Madrid la de mayor calidad, por delante de la de la marca 'AP-7' y la marca 'Audi', según los investigadores.

La mayoría de los detenidos son de origen magrebí y tienen nacionalidad española, mientras que diez de ellos cuentan con antecedentes por tráfico de drogas.