El vecino de Jumilla acusado de abusar sexualmente de dos hijas a lo largo de un año ha reconocido hoy los hechos ante la Audiencia Provincial de Murcia y se ha conformado con cumplir dos penas de cuatro años de prisión cada una de ellas y pagar indemnizaciones por daños morales a las menores que superan los 30.000 euros.

El acusado, Marco Antonio C., no podrá acercarse a las menores durante tres años, contados a partir del cumplimiento de la pena de prisión, han indicado a Efe fuentes judiciales.

La conformidad aceptada por el procesado, natural de Ecuador, incluye asimismo la inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad.

En sus conclusiones definitivas, la Fiscalía ha sostenido que los abusos continuados, "que no bajaban de tres por semana", se produjeron entre el verano de 2009 y el verano de 2010, cuando las niñas tenían nueve y diez años de edad.

Los hechos fueron descubiertos cuando las niñas relataron lo que ocurría a su madre tras haber logrado escapar de la vivienda familiar "aprovechando que el acusado estaba en la ducha".