Brody Allen sufre un cáncer cerebral, del cual los médicos han asegurado que no vivirá más de dos meses. Sus padres saben que no llegará a Navidad y para que no se pierda estas fiestas que tanto le gustan han decorado su casa. Sus vecinos, de un barrio de las afueras de Cincinnati, en Estados Unidos, se han volcado con Brody y han llenado sus casas de luces y árboles.

Hace meses, los padres del pequeño lo llevaron al médico. Parecía que tenía una otitis, pero el pediatra lo remitió a un hospital para hacerle varias pruebas, en la que acabaron detectando que sufría un cáncer sin cura.

Sus padres, que solo quieren verle feliz, han decidido celebrarlas antes de tiempo y han adornado toda su casa. Sus vecinos han querido sumarse a la iniciativa y todos han adornado sus viviendas. De hecho, están preparando un desfile de Navidad para el 23 de septiembre con Papá Noel, un camión de bomberos y superhéroes.

"Necesitamos involucrarnos porque él vive en nuestro vecindario", dijo Amanda Beckman, de 34 años. "Queríamos hacer algo para que esto sea realmente especial para ellos, porque están pasando por un momento difícil", ha contado la vecina al New York Times.

Su hermana McKenzie Allen ha explicado que él no sabe que no es Navidad porque es demasiado pequeño. "Se despertó un día y el árbol de Navidad estaba fuera. Él no sabe que no es realmente Navidad. Él simplemente lo está disfrutando".