El emprendedor valenciano Federico Sainz de Robles ha inventado unas camisas que ni huelen con el sudor ni se ensucian cuando les cae un refresco o un café ni necesitan pasar por la plancha tras varios días de uso. Sainz de Robles utiliza un hilo de alta tecnología similar al de las prendas deportivas pero adaptado a la ropa de calle. El joven ha lanzado la startup Sepiia con la ayuda de Lanzadera y de momento solo comercializa las camisas por internet a un precio que ronda los ochenta y cuatro euros. En los próximos meses va a lanzar polos, pantalones, chaquetas y vestidos para mujer.

«Yo soy ingeniero industrial y estuve trabajando en el instituto textil Aitex de Alcoi. Allí gestionaba proyectos que tenían que ver con nuevas tecnologías y trabajé en tejidos de colecciones de deporte. Allí se me ocurrió la idea y conocí a todos los proveedores necesarios para confeccionar ropa de calle con esta tecnología. Yo sabía cómo producir la ropa, pero no tenía ni idea de cómo montar una empresa. Así llegué en febrero al programa de incubación de Lanzadera que se llama Garaje. En septiembre di el salto a Lanzadera y empecé a producir». Sepiia ha vendido en sus primeros meses de vida más de un millar de camisas.

El material de las prendas es microfibra de poliéster antibacteriana. «Los hilos de poliéster son como un espagueti. Los nuestros tienen forma de trébol y crean surcos para que la humedad se seque antes. En las prendas de deporte es una tecnología que se llama Dry Fit (nombre comercial de una nanosupertecnología textil desarrollada por Nike). Las microfibras hacen que la humedad se vaya hacia fuera», señaló Federico Sainz de Robles.

Sepiia solo trabaja con proveedores nacionales, lo que implica que el coste de producción sea más alto. «Las camisas las vendemos a 84 euros, aunque tenemos una promoción si se pide por anticipado de 79 euros. Las ventas las hacemos en la web porque en tiendas físicas nos obligaría a multiplicar el precio por 2,5. En enero vamos a comenzar con la colección de mujer y en marzo sacaremos los polos. Nos gustaría abaratar el precio, pero queremos mantener la producción en España. Tenemos nueve proveedores nacionales, la tejeduría se hace en Alcoi y la confección final en Albacete».

Fibra antibacteriana

El fundador de Sepiia precisó que han conseguido eliminar el olor de las camisas porque utilizan fibra antibacteriana que lleva partículas de plata dentro del hilo. Estas fibras aniquilan las bacterias que causan el mal olor corporal. «Nuestras camisas van dirigidas a personas que no les gusta la plancha. Tras lavarlas solo hace falta colgarlas en una percha», señaló. Los responsable de la startup están pensado en diversificar en el futuro sus productos una vez se consolide la empresa ya que este tipo de ropa es muy útil para trabajadores de hostelería o del sector sanitario.