El final de la primera guerra mundial significó un período de prosperidad para Occidente que duraría hasta el año 1929. Aquel Jueves Negro en Estados Unidos que culminaría con el advenimiento de la Gran Depresión. Unos años muy cinematográficos y sobrios debido a la Ley Seca; de gángster, de buen jazz que ejerció de banda sonora a la vida en esos años; de Charleston a todo ritmo. Una generación marcada por una profunda transformación industrial.

Los desastres de la gran guerra depararon unas ansias locas de disfrutar de la vida. El teléfono, el automóvil y los primeros electrodomésticos se popularizan y hacen la vida mucho más confortable. El cine comienza a ser el espejo donde mirarse y sobre todo soñar, ejerciendo una gran influencia en los estilos de vida.

España, neutral en el conflicto, también se benefició de esta prosperidad. Los partidos políticos habían llegado a perder la confianza del pueblo español por sus constantes fracasos en la obra de gobierno. El desorden social aumentaba de día en día. Faltaba decisión para liquidar la guerra marroquí. El ejército, decidió poner fin a semejante caos, el general Primo de Rivera se adueñó del poder inaugurando el gobierno de la Dictadura en 1923. Aun así, España se contagió de aquella prosperidad europea y americana viviendo los felices veinte. La moda femenina acorta las faldas, las más atrevidas visten pantalones. Los veranos son pródigos en verbenas y fiestas populares, las playas de San Sebastián acogen a lo más granado de la sociedad española siguiendo las pautas de la familia de Alfonso XIII.

En Murcia se instalan en el Mar Menor las familias más afortunadas para pasar los larguísimos veranos de entonces, sobre todo en Santiago de la Ribera. En 1927, la BBC efectúa las primeras emisiones públicas de televisión. Faltaba mucho para que Encarna Talavera nos deleitara con sus programas al borde de las aguas, bocanadas de aire fresco para los urbanitas sin veraneo. En los veinte, todos bailaban a ritmo de charlestón entre burbujas de champagne o gélidas palomas de anís en la intimidad del balneario instalado en la laguna murciana. Castos bañadores para señoritas en una época feliz.

PROTAGONISTA INVITADO:

Encarna Talavera, periodista y presentadora de TV, como bañista en los felices 20.