El líder laborista, que se había jugado el todo por el todo con esa controvertida cláusula de su proyecto de ley antiterrorista, vio cómo 49 diputados de su propio partido se rebelaban y sumaban su voto a los de numerosos conservadores, los liberales demócratas y los nacionalistas escoceses.

Pese a su teórica mayoría parlamentaria de sesenta y seis diputados laboristas, el Gobierno perdió la votación por 322 votos frente a 291.

A cambio se aprobó por 323 votos frente a 290 una enmienda alternativa, que gozaba de amplio consenso en la Cámara, por el que el plazo actual se dobla a veintiocho días.