Con el fin de ofrecer apoyo y orientación al alumnado en situación de vulnerabilidad educativa y de reducir las tasas de abandono escolar y de abandono escolar temprano, España invierte en la ampliación del actual programa de orientación, avance y enriquecimiento educativo (PROA+) financiado por la Unión Europea por los fondos Next Generation. La inversión forma parte del Componente 21: Modernización y digitalización del sistema educativo, incluida la educación temprana de 0 a 3 años del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PROA).

En el CEIP Vistabella de Murcia, uno de los centros que entran en la categoría de este plan PROA+, ya se comenzó a inicios de este curso un plan docente para trabajar las emociones a través del arte, al cual se han ido adosando diversos proyectos que van desde la Música a la Historia o la enseñanza del inglés como primera lengua extranjera.

Una derivada interesante de esta línea que ahora se ubicará en el desarrollo del PROA+ es el trabajo de los docentes con el alumnado en torno a la convivencia. Muestra de ello ha supuesto un trimestre de avance de los alumnos y alumnas de quinto y sexto curso de Educación Primaria en un ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos, una de las metodologías emergentes, activas y colaborativas) que ha desglosado aspectos fundamentales de la vida y legado del Rey Alfonso X el Sabio, ahora que hemos celebrado el octavo centenario de su nacimiento. Se ha puesto en práctica desde las áreas de Música e Inglés, como centro con competencias SELE (Sistema de Enseñanza de Lenguas Extranjeras).

Los niños han aprendido la importancia de la convivencia entre las tres culturas fundamentales de la época del Rey Sabio (y aún hoy día) y cómo, de la mano de los factores facilitados por el monarca en base a normativas, libros, estudios, escuelas de traductores y de otros eruditos de su siglo venidos a la Corte, han llegado a nuestros días numerosos signos de identidad de la Región de Murcia o las ciudades de Murcia (Mercado semanal, Feria de septiembre), Lorca (Torre Alfonsina, sinagoga), Monteagudo (Castillejo), etc.

Fueron tiempos difíciles para las comunidades sociales cristiana, musulmana y hebrea, pero debidamente organizada su sociedad, pudieron alcanzar un estatus académico, artístico y científico que no tuvo reflejo en el resto del mundo conocido en el siglo XIII.

Los alumnos han traducido algunas de sus Cantigas, han recreado el busto del rey en el Capitolio, viajado a la Luna para estar (virtualmente) en el cráter Alphonsus, iluminado algún Privilegio Real con sus cálamos fabricados con cañas del río Segura, avejentado papel para copiar Partitas, confeccionados sus propios tableros y fichas de ajedrez y alquerque… Todo ello en inglés y amenizado por una tarea final: elaboraron y cantaron una versión de una famosa canción de The Beatles que todos reconoceríamos y que llamaron We can love him all.

Todo un ejemplo de convivencia entre alumnado de muy diferente origen y extracción social, desde Siria hasta Marruecos, pasando por Mali, Senegal, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Ucrania, Alemania y los barrios de Vistabella, Infante Don Juan Manuel o La Paz de la capital murciana.