La comunicación entre docente y alumno, y entre profesorado y familia, cambió por completo a causa de la pandemia. Desde el mes de marzo de 2020 y sin previo aviso, el contacto directo y presencial entre los docentes y los estudiantes se transformó en una comunicación virtual, y las reuniones con las familias se convirtieron en un intercambio de correos electrónicos o llamadas telefónicas.

Esa transformación en el ámbito comunicativo durante los meses de educación online aparece reflejada en las conclusiones del informe ‘RE.SCHOOL: retrato robot de los colegios del futuro’, que proceden de RE.SCHOOL Forum, una cita virtual a modo de debate que tuvo como principal objetivo encontrar las respuestas a los nuevos retos educativos impuestos por la situación actual. 

Durante la pandemia, los docentes y educadores se han acercado al entorno vital de los estudiantes, y el apoyo a las familias ha sido fundamental para evitar la brecha emocional. En dicha situación era fundamental establecer puentes de comunicación entre docente, familia y alumno, tener claro el canal de comunicación (preferiblemente email, más pausado y estructurado), las horas de tutoría y ofrecer acompañamiento. «La crisis nos ha permitido conocer a las familias de un modo muy distinto al que estábamos acostumbrados, para bien y para mal», destacó la ponente Carmen Pellicer, presidenta de la Fundación Trilema, además de pedagoga, escritora y docente.

Y para ello, la implicación de las familias ha sido fundamental. En algunos centros también ha sido clave la figura de los padres delegados, que filtraban las observaciones o problemas de los padres al tutor para facilitar y agilizar este flujo de información; así como el uso de encuestas dirigidas a estudiantes, profesores y familias para obtener feedback y aplicar cambios. En el aula, la comunicación con el alumnado parte de preguntas, de dudas o quejas que los docentes pueden resolver en el día a día. Y tal y como señaló Pellicer, una de las ponentes de RE.SChool Forum, el vínculo entre los docentes y los alumnos no se puede improvisar, parte del contacto directo: «Es muy importante de cara al futuro trabajar esa complicidad, también con las familias».

Otro de los desafíos ha sido encontrar nuevas formas de espacio social para facilitar la interacción informal entre alumnos, así como con los docentes. «Tenemos una oportunidad de explorar otras maneras de tener actividades interactivas online, como asambleas dirigidas por alumnos o actividades de debate entre colegios», explicó la ponente Fidelma Murphy, directora de Educación de Cognita Schools.

Por otro lado, hay que prestar atención también al nivel educativo. En dicho informe se indica que en edades tempranas, como en Educación Infantil, se recomienda focalizar el acompañamiento a la familia y no tanto a los estudiantes de forma individual: ofrecer encuentros de los tutores y los profesores con los padres. La función del docente consiste en ayudarles a conciliar la tarea de cuidado con la de aprendizaje.

Gestión emocional

Según el informe, si el profesor emite emociones positivas, la recepción de la información cambia: la sonrisa irradia alegría, y esto genera confianza en el receptor. Esta confianza fomenta las ganas de aprender, el aprendizaje incluye la sorpresa del alumno por lo que descubre, lo que afianza la atención en el ahora, la concentración, y todo ello aumenta su motivación para seguir aprendiendo en el futuro. La base de aprendizaje se debe seguir sustentando en gran parte a partir el trabajo colaborativo, tanto dentro como fuera del aula, y sin importar el soporte o el modelo en el que se imparta la materia.

Hay que despertar la imaginación, sorprender al alumno y buscar el equilibrio de los apartados que integran cada asignatura. En este contexto en el que los colegios han traspasado los edificios y nos hemos identificado con un entorno que no es físico, integrando a las familias en un proceso conjunto, necesitamos nuevos planteamientos de evaluación a 360º.

También en este punto, la tecnología tiene un papel clave al servicio del sistema educativo ofreciendo información sobre el desempeño del alumno, resultados medibles y cifras reales que permitan dar un seguimiento personalizado.