Por fin ha vuelto la vida a las escuelas. «El alma y razón de ser de los colegios son sus alumnos y, tras un largo periodo sin ellos, obligados por el maldito virus que está marcando el devenir global, los maestros y sus equipos directivos estamos organizando los centros para que sean lo más seguros posibles», afirman desde el CBM Juan de la Cierva de Casillas (integrante de Direcmur).

«Las complicaciones se han multiplicado y los recursos son siempre escasos. Por ello, el esfuerzo es ingente, la colaboración de las familias, imperiosa, pero las ganas e ilusión, colosales. Esta situación debería servir para remarcar la necesidad de apostar por incrementar la inversión en educación», asegura el equipo directivo del centro.

En el CBM Juan de la Cierva, siguiendo las indicaciones de la Administración, han diseñado un protocolo que incluye entradas y salidas escalonadas, utilizando las cinco puertas disponibles, filas en zonas amplias, creación de grupos burbuja, dos turnos de recreo, así como las conocidas normas de higiene, ventilación y uso de mascarillas a partir de 6 años. Las aulas se han dispuesto en grupos estables de cuatro alumnos, dejando una mesa en medio para marcar la distancia entre ellos.

Además, de cara a ayudar a entrar de forma ordenada y tranquila al centro, este año ha surgido la iniciativa de poner música a la entrada del colegio, con el objetivo de familiarizar al alumnado desde pequeños con los grandes maestros de la música clásica, el jazz, el pop, el rock, bandas sonoras de películas, etc. Pretenden que los niños asocien cada pieza musical con su autor, al mismo tiempo que aprenden aspectos básicos sobre la biografía del mismo.

En unos carteles instalados por diversas zonas del colegio, los alumnos, así como todo el profesorado del centro, pueden encontrar información de las audiciones que hacen referencia a los compositores y piezas que se escuchan cada día. Para las familias se ha creado un canal de Telegram, donde se publicará semanal o quincenalmente el programa a escuchar.