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45 años después

Belen Unzurrunzaga

Belen Unzurrunzaga

Nuestra Constitución cumple 45 años. A todos nuestros políticos se les llena la boca hablando de ella, y sobre todo del año de su nacimiento, 1978, su espíritu y de sus padres. Lo llamativo es que tenga tantos padres y ninguna madre, ¿no creen? Poco toque feminista le veo a nuestros pilares de convivencia y vengo aquí a abrirles este melón a las puertas del cumpleaños de nuestra Carta Magna. 

Es indiscutible la labor de nuestros padres constitucionalistas, distintos hombres ideológicamente opuestos fueron capaces de llegar a acuerdos, dialogar y diseñar las bases para nuestra convivencia, después de años de guerra y dictadura en nuestro país. En la actualidad nuestra clase política podría aprender más de ese espíritu y dejar de confrontar, polarizar e incendiar. 

Hace 45 años, eran otros tiempos, tiempos en los que las mujeres sólo aparecemos mencionadas en la Carta Magna en dos ocasiones: en el artículo 32, derecho a contraer matrimonio, y en el artículo 57, al establecer la prelación del hombre sobre la mujer en el acceso a la jefatura del Estado. 45 años después creo que es hora de reformar nuestros pilares fundamentales de convivencia. Hemos evolucionado, ¡menos mal!, agradezco que con el paso de los años hayamos crecido como una sociedad más igualitaria, aunque nos queda mucho por hacer. Felipe VI en la apertura de la legislatura hablaba de trabajar para dejarle a nuestros jóvenes un país mas sólido y unido y yo le añado la importancia de que seamos un país más feminista. Empezando por reformar la Carta Magna y eliminar el artículo 57, que aunque sea una evidencia, dar las cosas por hecho me parece una chapuza. Y ya que le metemos mano a nuestro texto constitucional no estaría mal que el feminismo esté más presente, en el lenguaje y contenido. 

Es evidente que ahora ya nuestro mundo es otro, el feminismo es imparable y tenemos que seguir trabajando y mejorando, porque algo sigue fallando. Es insoportable el número de mujeres asesinadas en lo que llevamos de año. Sólo en esta semana cuatro mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. Debemos ser una sociedad que trabaje unida ante esta barbaridad que vivimos. Educación, educación y educación, es lo único que nos puede salvar. No es sectarismo ni adoctrinamiento como consideran los partidos políticos de la gente de bien. Ojalá entendieran el peligro que supone blanquear a la extrema derecha y darle concesiones. Ojalá entendieran la importancia de condenar sin peros la violencia machista y no dejar que se hable de violencia intrafamiliar o de «todo tiempo de violencias» ¿Qué es eso? NOS MATAN POR SER MUJERES, fin. Y educar en feminismo es lo único que conseguirá una sociedad fuerte y unida. 

Mientras nuestros políticos no dejan de gritar, nuestra vida sigue, no nos importan sus gritos, pero sí me preocupan. Lejos de querer seguir creciendo en derechos y libertades, pretenden recortar y retroceder. 45 años después cantan y recuerdan tiempos oscuros a las puertas de las sedes del Partido Socialista. Un mes después ahí siguen, pensando que se rompe España, y que estamos gobernados por el diablo. Y qué quieren que les diga, ni huelo a azufre, ni el país se rompe. Ya podría destinar mi gobierno regional esos 100.000 euros al tercer sector en vez de a defender la unidad de España. En fin. 

Toca celebrar el próximo 6 de diciembre nuestra Constitución, debe ser motivo de orgullo la sociedad que somos gracias a ella, mucho tenemos que agradecerles a los que un día se sentaron a diseñar nuestra democracia, nuestros valores, derechos y libertades. Mucho tenemos que agradecerles a todos y todas las que a lo largo de estos 45 años han trabajado para avanzar, mejorar y crecer, y es ahora más que nunca cuando no debemos permitir el retroceso al que muchos quieren llevarnos. Celebremos pero mejoremos, es importante que si esta sociedad nuestra ha hecho un cambio, nuestra Constitución también lo haga. Se acabó, ahora ya nuestro mundo es otro.

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