Las fuerzas del mal

Antelopía

Enrique Olcina

Enrique Olcina

Siempre cabe la posibilidad de que las cosas empeoren. Lo digo por la frase de Antelo, flamante vicepresidente del segundo gobierno de coalición de López Miras, que ha dicho que por donde pasa Vox, se nota. Eso, mira tú por donde, es cierto, pero lo que no queda tan claro es que sea en el tono tan positivo en el que Antelo lo dice. Creo que Miras tiene presente, quizás en un álbum de recortes de periódico, las disensiones que suceden dentro de gobiernos que, se supone, comparten objetivos. El problema es que comparten también electorado. 

Miras, con mucha más discreción, intentó llevar hasta el final la postura de María Guardiola, que se tiró a la piscina sin guardar la ropa. Miras, además, tenía una ventaja sobre la extremeña, su casi mayoría absoluta, aunque casi en tema de mayorías puede ser nunca. En esa guerra de nervios que ha durado tres meses, la coyuntura de Feijoó jugó en contra del murciano. Miras también tendrá que estar recordando a Juan García Gallardo y la sucesión de problemas que ha generado a Mañueco, desde la clara incompetencia a la hora de gestionar los incendios forestales hasta generar, él solito, una crisis ganadera.  

Quizás con eso en mente Miras le ha escatimado a Vox Agricultura y les ha dado algo tan aparentemente aburrido como Ordenación del Territorio. Aparentemente. Autopista Cartagena-Vera, Marina de Cope o Aeropuerto de Corvera surgen precisamente de esa competencia absoluta de las Comunidades Autónomas que sólo tienen como límite los planes de ordenación de los recursos naturales. Si Miras no le ha dado unas tijeras para que Antelo corra con ellas en la mano, poco falta. O el Anillo Único, y Antelo creo que no es precisamente un hobbit. 

Antelo se ha quedado con esa competencia para sí, que tenía su colega de partido en el gabinete, Pancorbo, con un perfil más técnico. 

Recordemos que Antelo dijo eso de por dónde pasa Vox se nota. Por ahora ha supuesto una subida de sueldos generalizada, disfrazar la violencia machista en un zarangollo de violencias que no tienen nada que ver o cerrar comedores escolares gratuitos y el veto parental. Añadamos a eso que Calnegre está absolutamente desprotegido o que la presión de la industria ganadera ha abierto conflictos en Lorca o Yecla. Sumemosle el afán desregulador, también en la Agricultura, que ambos, PP y Vox, persiguen con ahínco mientras enarbolan la bandera de un Plan Hidrológico Nacional que menciona el Trasvase como bandera, aunque saben perfectamente que cada sequía que pasa es más insostenible. 

Se nos va a quedar un paisaje precioso, pero es lo que han votado mis conciudadanos. Hay quienes lo ven como un paraíso, pero no veo yo mucho fuste en cargarse el medioambiente que te da de comer para que el beneficio se lo lleven otros que, además de pocos son cada vez menos de aquí. No sé, esa utopía de Antelo, de la que Miras será responsable último, me parece más bien antelopía, que es un neologismo para desastre

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