A pijo sacao

Ejecutar, negar y distraer: el manual de Putin para irse de rositas

Dionisio Escarabajal

Dionisio Escarabajal

Si no resultara patético, sería de risa. Una vez más, el tirano sanguinario que rige los destinos del país más extenso del planeta, está dispuesto a tomarnos por tontos y pretender que no ha tenido nada que ver en el asesinato de Yevgueni Prigozhin, dueño del grupo Wagner, y la panda de colegas de parecida calaña que tuvieron la desgracia de compartir el mismo viaje mortal. Y no es que Vladimir Putin pretenda que lo creamos, solo demuestra un desprecio infinito al resto del mundo y al propio sentido común. No se puede llegar más bajo cuando el presidente de tu país se convierte en un asesino en serie y consigue salir impune de todas sus fechorías. 

Como si dos más dos no fueran cuatro, Putin niega que haya tenido algo que ver con el estallido del avión en el que viajaba Prigozhin. A ello le ayuda el que no fuera derribado por un misil cuya trazabilidad estaría clara para los satélites que actualmente inundan el espacio. Cierta capacidad de indemostrabilidad inmediata forma parte de la metodología de este asesino. Igual sucedió con el derribo por parte de un misil lanzado desde una plataforma móvil rusa del avión de Malaysa Airlines que acabó con la vida de 298 pasajeros, la mayoría holandeses..

A esos habría que añadir el episodio del bombardeo de una localidad controlada por opositores sirios con armas químicas, causando casi mil quinientas víctimas mortales. Vladimir Putin aseguró con la impasibilidad que le caracteriza que no había sido el ejército sirio el autor de la masacre. 

Y aquí viene el tercer capítulo del manual: lanzar cortinas de humo para sembrar la duda y el caos entre tus críticos, proporcionando de paso un discurso alternativo a tus partidarios, que lo repetirán como papagayos entrenados. Por lo pronto, los propagandistas del régimen argumentan aparentemente convencidos de que «muchos se benefician de la muerte de Prigozhin, pero solo se acusa Vladimir Putin, con lo que resulta el más perjudicado». 

Lo dicho, el manual de Putin se rige por el gran principio de la propaganda: si no puedes convencerlos, confúndelos.

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