MAMÁ ESTÁ QUE SE SALE

Matar al león

Elena Pajares

Elena Pajares

En algunas tribus africanas, el paso de la niñez a la edad adulta se determina por el momento en que el adolescente es capaz de matar él solo a un león. Cuando lo escuché me pareció una barbaridad. Desde luego, algo propio de salvajes. Sin embargo, en nuestra civilización, aunque no hay leones, queremos que nuestros hijos se adentren ellos solos en la jungla social, laboral y urbana en la que vivimos, y que también vuelvan vivos. Qué difícil.

Este año no he podido asistir a un congreso al que me encanta ir, en el que la temática, aunque va variando, gira en torno a cómo educar hijos felices y capaces de valerse por sí mismos sin que los padres muramos en el intento. La verdad es que el congreso también vale para estar un par de días en una ciudad bonita, y para que te dé un poco el aire, todo sea dicho. Pero como el propósito es aprender a educar, aunque no he ido esta vez, sí que he recopilado información muy útil sobre cómo podemos enseñar a nuestros hijos a matar al león de nuestra civilización, si es que tenemos algo de civilizados.

De toda la info que me han enviado, me ha llamado la atención el cómo educar para amar con el cuerpo, ahora que están a la orden del día las violaciones, en manada o no.

¿No te resulta inevitable preguntarte qué ocurre dentro de las cabezas de agresores adolescentes para actuar así?, en otras palabras, ¿son conscientes del sufrimiento que ocasionan a la niña a la que violan? y eso aparte de que, encima, ellos mismos truncarán sus vidas en el momento en que les condenen.

Resulta absolutamente esencial que nuestros hijos sepan qué es querer, y qué es que te quieran. Y eso, para bien o para mal, se aprende en casa. Nos corresponde a los padres enseñar cómo se debe amar. Y tenemos que ser conscientes de que esto pertenece al tipo de cosas que, si no las hacemos nosotros, se quedarán sin hacer, y ese hueco será rellenado por información de dudosa procedencia. Ten en cuenta que hay gente cogiendo número y poniéndose a la cola para decirle a nuestros hijos que la relación de pareja es tormentosa y difícil por definición, y que lo normal de las parejas son los cuernos, los celos y las broncas.

Deben aprender por nosotros que para que la vida en pareja prospere es necesario que haya paz y respeto. Es imposible vivir al estilo de La isla de las tentaciones durante veinte años seguidos. Y desde luego, eso no es una vida en pareja. Así que es importante que nos vean a nosotros en una vida normal, pacífica y respetuosa, quitando las ventoleras que puedan venir de vez en cuando.

Para eso, que suena fácil, lo sé, es importante que nos vean y nos oigan opinar sobre cosas relevantes, sin juzgar si es posible. Sobre todo, porque no somos perfectos y hay que enseñarles que equivocarse es normal, y no por equivocarse van a ser castigados ejemplarmente.

Eso les ayudará a comportarse a su vez con misericordia hacia otros, y no saltar a la primera pidiendo que a nadie lo quemen en la hoguera. Luego está que conozcan nuestra historia de pareja. Es un contrasentido que conozcan cómo se conocieron las Kardashian y no sepan cómo se conocieron sus padres.

Y luego están los dos rombos. Qué hacer si te preguntan cosas comprometidas. Pues tampoco hay varita mágica, pero resulta muy útil coger aire y contestar sin más a lo que pregunten. Piensa que seguirán preguntando si tú no respondes, o peor: pensarán que está mal o es algo malo y no se atreverán a decírtelo si les pasa algo.

Y para entonces el león les habrá comido a ellos.

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