Salud y Rock and Roll

De políticos retirados…

Teodoro García Egea durante la presentación de su libro.

Teodoro García Egea durante la presentación de su libro. / Eduardo Parra (EP)

Belen Unzurrunzaga

Belen Unzurrunzaga

Les escribo desde San Javier, disfrutando de un día de sol que la anticipada primavera nos está regalando, aunque más bien diría que hemos pasado directamente al verano, sin poder usar la ropa de entretiempo. ¡Estaréis contentos los del equipo calor! Se acabó el frío, dando paso a temperaturas de treinta grados en pleno marzo. Algo estamos haciendo muy mal, sigamos sin asumirlo y peor aún, sin ponerle remedio.

Pero yo no he venido hoy a hablar del tiempo. Estar en San Javier mirando al Mar Menor, y tras la noticia del abandono de la política de Teodoro García Egea, ha hecho que vengan a mi memoria otros tiempos. ¿Se acuerdan de aquellas imágenes en la encañizada cuando todo eran risas entre Fernando López Miras, Pablo Casado y Teodoro García Egea? Qué complicidad, eran invencibles, y osados, pensando que tenían por delante un futuro prometedor… y en la historia del partido popular no recuerdo época más vergonzante que la suya.

Hace tres días Teodoro anunciaba que abandonaba la política y desde mi punto de vista lo hace por la puerta de atrás, después de un año en silencio atrincherado en su despacho del Congreso de los Diputados sin hacer ruido, planificando su entrada en el mundo de las criptomonedas y diciendo adiós a la política. Su mayor logro, entrar triunfante en la Asamblea Regional de Murcia junto a Pablo Casado, tras la sucia negociación con los tránsfugas de Ciudadanos, asegurando su trasero, ya que como secretario general del Partido Popular no se podía permitir perder el único feudo que le quedaba.

Uno se va, mientras a otro lo imputan por el caso Auditorio. Y pronto los que antes lloraban por él y su honor, ahora pasan página y no quieren ni nombrar a ese señor de Puerto Lumbreras del que usted me habla. ¿Dónde ha quedado aquella consigna? ¡Yo con Pedro Antonio! El único que se mantiene, el ‘más mejor’ presidente López Miras. Por lo que parece, le queda cuerda para rato.

Todo vuelve, hasta las hombreras de los 80, y sino que se lo digan a Soraya Saénz de Santamaría. Núñez Feijóo está rescatando a toda su gente de confianza, y no me cansaré de decir que con ella, nada de lo que ha padecido este partido desde la llegada de Casado, habría pasado. Pero no se puede vivir de lamentos. La política un día te encumbra y al día siguiente los que te aclamaban te traicionan y olvidan de la manera más cruel. Y sino que se lo digan a Yolanda Muñoz y a tantos otros que han caído por el camino.

La política, la misma que hace que le duelan los pies a la consejera Valle Miguélez, de patear ferias y trabajar por los murcianos. ¡Qué glamur en Cannes! Que no ha dejado de viajar es evidente, pero que alguien me cuente que ha hecho por los murcianos en esta legislatura. Como sus dos compañeros de partido liberal, ¿qué han hecho por los murcianos en esta legislatura? La aún vicepresidenta ex cítrica, ya se está poniendo en las fotos al lado de Feijóo a ver si pilla algo. Me temo lo peor...

Pero no se vayan, todavía hay más. Ya tenemos fecha para la moción de censura de Vox a Sánchez. La próxima semana pidánsela libre, compren bebidas, palomitas y apaguen el teléfono. Nos vamos a divertir. Aunque el factor sorpresa ya no lo tengamos, al conocerse el contenido del discurso de Tamames, pero seguro que muchas anécdotas y gestos podremos analizar. Soy de la opinión de Gabriel Rufián, ningún partido político debería intervenir, y así hacerle el vacío a una moción de Vox que realmente es una pérdida de tiempo y una tomadura de pelo a los ciudadanos.

Porque hasta a ellos les ha salido mal esta supuesta jugada maestra, al contar con un señor al que pensaban que iban a manipular y resulta que tiene más ego que todos ellos juntos.

Con este panorama, quizás sea mejor hablar del tiempo, ¿no creen?

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