Síguenos en redes sociales:

En fin

Perdurar

Fuimos a visitar la rústica necrópolis de Corvio, en la hermosa Montaña Palentina. Las tumbas antropomorfas, excavadas en la roca arenisca hacía más de diez siglos, se habían llenado de agua. Nadie tenía ya la menor idea de quiénes fueron en vida los ocupantes de esos sepulcros tallados con tanto esmero. Los chopos amarilleaban a lo lejos y los buitres sobrevolaban nuestras cabezas. Pensé, una vez más, en el vano afán de los humanos por perdurar.

¡Regístrate y no te pierdas esta noticia!

Ayúdanos a adaptar más el contenido a ti y aprovecha las ventajas de nuestros usuarios registrados.

REGÍSTRATE GRATIS

Si ya estás registrado pincha aquí.