Al vuelo

Secuelas de las vacunas

Lucía Perán Alcázar

Lucía Perán Alcázar

¿Han notado que tenemos la nariz escayolada? Yo la tengo. Pensé que era un resfriado pasajero o el coletazo de esa gripe que no se llama gripe. ¿Cómo se llama? No es lo más importante. Lo importante es superarla y quedar entero; lo importante es que de secuela te quede la mínima, y me temo que la escayola que tengo instalada en el interior de mis fosas nasales lo es. Resoplar y resoplar, y nada sale. Quizás sea cuestión de tiempo, como en todo. Hablando de escayolas, ¿se han dado cuenta de la cantidad de personas que llevan una? Eso es señal de que hay muchas caídas. Escayolas que adornan muñecas, pies o manos es últimamente muy común entre las personas que nos rodean. Claro que el mundo es tan fantástico, que tan solo hay que escuchar los mensajes que nos mandan. Sin ir muy lejos, el otro día, en una de esas conversaciones que se producen a tu lado, escuché que la causa de tantas caídas sin suerte se debe a algún componente de la vacuna. Al oír esto no me quedó otra que pagar el café y salir corriendo por si tamaña sabiduría se me pegaba a modo de gripe.

Me encanta la vida.

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