Mamá está que se sale

El mañana es hoy

Elena Pajares

Elena Pajares

Cuando escuché la noticia de que habían conseguido crear una fuente de energía inagotable, limpia, y sobre todo, posible, me quedé alucinada. Como suelen machacarnos con noticias deprimentes, que hacen dudar del buen destino de la especie humana, es un gusto tremendo ver que el ser humano también dedica sus energías a cosas útiles y necesarias. De vez en cuando, ese tremendo potencial que tenemos cuando nos empeñamos de verdad, sirve para algo valioso. 

Afortunadamente, mientras por un lado hay gente que se dedica a llevarse los cuartos de la Unión Europea, por el otro, unos científicos americanos han logrado crear una especie de botón de encendido energético. Fusión nuclear le llaman. Hay una peli de Tom Hanks cuyo punto de partida es el hallazgo, precisamente, de la partícula de Dios. Un big bang casero que recreaba la explosión inicial del universo. Hasta ahora, esas cosas sólo las había oído en películas o novelas y, sin embargo, ahora es real. Es sin duda un hito. Y como dice Ana Pina, aunque queda mucho para su uso comercial y habitual, estamos en el principio de esta nueva energía, y a mi modo de ver, las perspectivas parecen buenísimas.

Quería que alguien que supiera del tema me explicara qué era todo esto, así que la llamé anoche, con permiso de su madre, para que me tradujera al lenguaje de los de letras qué significaba el experimento ese de la energía inagotable y gratuita. Saber si era una tontuna, que mucho anuncio, pero al final no iba a tener trascendencia real, o si de verdad estábamos ante un hito histórico. Oye, me hizo un resumen alucinante. Mi hija Elena y yo escuchamos el audio con la boca abierta, pegadas al móvil en modo transistor mientras oíamos hablar de moléculas de hidrógeno y de helio. Está claro que cada cual tiene que dedicarse a lo que le gusta. Le pedí que me explicara en palabras pobres en qué consistía el experimento, y me dio una explicación perfecta.

Por lo visto han conseguido concentrar el haz de más de doscientos láseres muy potentes en un punto minúsculo de hidrógeno, creando una explosión nuclear que ha generado mucha energía. Hasta aquí, todo normal: una fuente de energía. Lo bueno es que se ha obtenido más del cincuenta por ciento de energía de la que se requería para crear esos láseres. No me digas que no suena bestial.

El proceso consiste en la fusión de dos átomos de hidrógeno que producen helio. Para que te hagas una idea, esa fusión que arroja cantidades innumerables de energía es la que se produce en la energía interna del sol y de las estrellas. Sería como crear una miniestrella en la Tierra.

Aun así, no todo va a ser inmediato. La aplicación en la vida diaria está todavía lejos y su uso comercial tardará décadas. Esa fusión se produce a muy altas temperaturas y a mucha presión, condiciones no tan fáciles de lograr. Para empezar, hay que construir esas centrales en las que se puedan reproducir las condiciones de temperatura y presión que consigan generar esa energía. Pero sí que es como dice Ana, el comienzo de todo.

Desde luego, es esperanzador pensar que puede haber una alternativa para las fuentes de energía que usamos ahora. Pensar que existirá la posibilidad de poder combinar una mezcla de la nueva energía con las que tenemos, suena muy bien, aunque sepamos que va a tardar mucho en llegar.

Si quieres saber algo más, tendrás que hablar con Ana, que también es una fuente inagotable en lo suyo. Yo sólo te puedo añadir que, efectivamente, el futuro es hoy, pero que para todos los cafres que hablan sobre la generación ni-ni, que sepan que existen científicos empeñados en lograr cosas positivas para la humanidad, y que existen estudiantes dispuestos a seguir ese camino. 

La verdadera fuente inagotable de energía quizá seamos los humanos.

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