El peor hijo/a del mundo encima hereda a su padre. O una nieta política de una reina da cabezazos y se le saltan las lágrimas ante el féretro de a quien le dijo de todo; entre otras lindezas, que en la casa real británica había xenofobia y discriminación, y por eso a ella no la querían, y se volvió a EEUU, sacando a su marido de la Gran Bretaña (cumpliéndose una vez más el refrán de las carretas). En su América natal, da una entrevista (casi comparable con la de Diana de Gales, solo que ésta tenía razón) para decir esas barbaridades sobre la Casa Real británica, sin probarlas. Consiguió que a su marido y a ella, los largaran de la Casa. Pero hete aquí que ahora vuelve Meghan a todos los palacios, castillos y abadías imaginables para, agachando la cabeza,llorar, y encima saludar con una sonrisa al mismo pueblo que adoraba a esa persona, que ella la puso al pie de los carruajes reales, con pamela incluida.

Creces

Supongo que a Carlos III de Inglaterra y de demás pueblos, le entrarían ganas, al verla desfilar con cara de no haber roto un plato en su vida, de regalarle la pluma que tanto quebradero de cabeza le ha dado, sacando lo peor de su carácter en público. Para mí que Carlos tenía razón, porque fue un boicot en toda regla de los propios antiguos sirvientes de su madre. Y digo que fue un boicot porque está claro que con esos dedos que parecen… no podría dominarla. En segundo lugar, porque ya empezó la cosa mal cuando le pusieron el tintero detrás de los papeles que tenía que firmar, sin dejarle espacio para ello. Y tercero porque, como ya se sabía que iba a despedir a no sé cuántos de esos colaboradores, maestros de ceremonias, sirvientes o lo que fueran de la difunta Isabel II, decidieron jugársela. El resultado fue el que se quería conseguir, y es que todo el mundo conociera la soberbia real. La culpa, desde luego, es de tanto pasear el féretro, durante diez días, que agota al más pintado. Ni cuando muere un Papa lo tienen dando vueltas por las calles del Vaticano tanto tiempo. Claro que hay quien dice que ya no estaba la reina dentro del féretro (quizás un doble). Y no porque resucitara al tercer día, que también pudiera ser, sino porque a lo mejor, que es lo que debería haber sido, ya estaba descansando en su tumba bajo tierra.

Pero no fue solo el nieto Harry y su esposa, la criticona Meghan Markle, quienes fueron apartados del amor de la Casa, oficialmente solo, pues a un nieto se le quiere por encima de todo. También un hijo de la reina fue objeto de las iras de la Casa, quitándole las prebendas militares. Total, por un quítame, con perdón, esas pajas, con menores de edad. Tonterías, que con dinero se solucionan. Ni ha sido el primero ni será el último. La vergüenza de comprar el honor, el silencio y la honra siempre ha existido, sobre todo en personajes públicos.

Pues sí, yo desheredaría a ese hijo y a esa nieta postiza, para que aprendan a vivir por su cuenta, y no por el cuento al que escupen. Aunque en todos los sitios cuecen habas. Si no, vean las noticias que destapan que, la fiscalía en España pide siete años de cárcel para un hijo que descuidó y estafó a su propia madre. Por eso, Cataluña, que nos dan sopas con honda en materia legislativa, quiere hacer más fácil desheredar a hijos y nietos, por la mala o nula relación. Y es que va a invertir la carga de la prueba, siendo el desheredado el que tenga que probar que no había causa para ser excluido de la herencia. También pretende introducir en su código la desheredación por maltrato psicológico. E incluso va a reducir de diez a cuatro años el plazo de prescripción de la legítima.

Nadie aseguró que iba a ser fácil. Llegas y te encuentras con un número enroscado en el tobillo, una familia y miles de perspectivas proyectadas en ti. ¡Ahí es nada! A partir de aquí empieza la partida. Te dan leche, la bebes; te sumergen en anticuerpos, no los rechazas; te ayudan a andar, caminas… No es lo peor: creces. Creces y descubres que quien te adoraba, y para ti una cómplice, tu mejor amiga, ha dejado de regalarte un órgano vital para desearte vitalmente la muerte; lo peor es cuando creces y el pelo pierde su espontaneidad o te dan un último aviso para dejar de fumar. Creces y descubres que nunca es oro lo que te deslumbra. ¡Nadie aseguró que iba a ser fácil! ¿Quién dijo que lo sería? Todo puede ir a mejor o a peor. Según guste, ¡la comida está servida! Que va mal, mal; que va bien, bien. ¿Y en qué está la diferencia? ¿No la ves? Pues yo no te la voy a indicar, ni señalar. Dedícate un ratito de tiempo. Invierte en ti. No es externo que vivir sea, más o menos, divertido. No. Lo mejor, siempre por llegar y si llega, por favor, que se silencien los ruidos.