M ira que está manido el tema. Mira que me he resistido a escribir sobre este personaje peculiar de nuestra historia. Mira que no he querido darle protagonismo más del que él mismo se ha buscado. Mira que siempre he estado al lado del llanero solitario, en este caso del juez Llarena, cuando Bruselas en particular, y Europa en general, le daba la espalda y lo dejaba con las puñetas al aire. El querer juzgar en España a un investigado español por presuntos delitos muy graves cometidos en España no era suficiente para esa Europa que nos da dinero para salir de los apuros económicos que tenemos, o simplemente nos subvenciona para plantar girasoles en nuestros campos, aunque después solamente sirvan para pasto de las borregas, porque se mueren abandonados y abrasados por el mismo sol al que le son tan fieles.

puigdemont

Bélgica, como si pudiera darnos ejemplo de democracia y de Estado de Derecho, nos ha negado una y otra vez el cumplimiento de las órdenes emanadas del Tribunal Supremo, a través de su juez instructor para dar trámite a una detención y extradición del cabecilla de los que ya han sido juzgados y condenados en firmepor los mismos delitos que a él se le acusa. Unas veces Bélgica y otras, en definitiva, la UE han ido dejando a la Justicia española como tercermundista. Que si ahora es parlamentario y goza de inmunidad don Carles, otras que ya no la goza. En fin, que el único que gozaba, si se le puede decir que es gozar estar fuera de tu país (ya no se si España o Cataluña, a tenor de lo dicho por Sánchez en el homenaje a las víctimas del terrorismo), gastando dinero (alguna vez sabremos quien le está pagando su estancia en Bruselas), para al final acabar probablemente en la cárcel, como sus seguidores sedicioncitas.

Más vale tarde que nunca. El abogado general de la UE, Richard de la Tour, se ha pronunciado a favor de la entrega de Puigdemont a España. El letrado afirma que el tribunal que aplica la euroorden no puede controlar qué autoridad judicial debe emitirla. Ya decía hace tiempo aquí mismo que cuando una persona en busca y captura es detenida se pone a disposición del juzgado de guardia de la localidad de la detención, que a su vez lo comunica al juzgado que haya dictado dicha orden, que es quien decide su puesta o no en libertad, Bélgica no lo ha estado entendiendo así. Ha tenido que llegar ese abogado para darle la razón a España frente a Bélgica, en las órdenes de detención de expresident y sus consejeros independentistas Comín y Ponsati, huidos desde 2017. Dice que Bélgica no es quién para cuestionar una euroorden de España. Ya le ha costado entender algo que se estudia en el preámbulo de la carrera de Derecho. Si les parece que la Justicia española es lenta (que lo es, y mucho) sepan que ahora hay que esperar hasta fin de año para que el TJUE dicte su resolución de acuerdo o no con lo dicho por el abogado general.

El argumento principal que ha estado esgrimiendo Bélgica para denegar la entrega de estos fugados era que el Tribunal Supremo español no es el competente para enjuiciarlos, sino los tribunales catalanes (me quedo estupefacto). Me da igual que sean francófonos o flamencos, pero desde luego se han lucido. La pica en Flandes se la ha puesto el abogado general, cinco siglos después que se la pusiera España, en los siglos XVI y XVII.

Desde el 1 de octubre de 2017, que se celebró el referéndum ilegal convocado por Puigdemont, y en diciembre de ese año Llarena ya dio la orden de su detención, van a tener que pasar cuatro años para que (quizás) le hagan caso.