La Opinión de Murcia

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Primero de mayo

Una sociedad acrítica no es una sociedad de progreso

Este 1 de Mayo la clase obrera sale a la calle una vez más. Y lo hace porque se niega a aceptar una sociedad que avanza cada vez con más pobres como elemento distintivo. Como se ha demostrado los últimos 30 años ‘mirar para otro lado’ y la falta de crítica no es la solución. Las personas, y su bienestar, deben estar por delante de los intereses económicos de unos pocos, cuyo desarrollo e ideología se basa en la desinformación, en negar derechos y acabar con las reivindicaciones colectivas.

Nos encontramos en una región donde no solo se permite, sino que se celebra, el enriquecimiento a costa de los recortes de derechos y salarios, la explotación de los bienes sociales y naturales hasta esquilmarlos. Y esa máxima, tan integrada en la casuística murciana, nos ha llevado al colapso medioambiental del Mar Menor y con ello pone en peligro los 50.000 empleos que, directa e indirectamente, genera. Mientras, ‘el poder’ ha observado impasible desde su atalaya esa destrucción, señalando al bañista, al visitante y a la ciudadanía como responsable mientras elude su propia obligación.

La población, en general, y la clase trabajadora en concreto, ha vivido la pandemia con miedo, respeto y coraje. Sí, ese coraje necesario para salir al trabajo en los momentos más críticos y, ahora, toca compensar parte de ese esfuerzo. La patronal debe poner de su parte para que sus trabajadores y trabajadoras no vuelvan a ser los que paguen la crisis. No vale que continúen victimizándose para no firmar convenios colectivos justos.

Qué losa tan enorme tenemos los ciudadanos y ciudadanas de esta región con la política de ‘dejar hacer’ que se impone como modus operandi hace décadas. El Gobierno Regional, con la crisis de la pandemia, ha subvencionado a la hostelería, entre otros sectores, con más de 70 millones de euros de dinero público y lo ha hecho sin valorar si eran empresas fiscal y socialmente cumplidoras. Mientras, por su parte, la patronal responde negándose a firmar un convenio sectorial, algo que ha hecho perder a sus trabajadores y trabajadoras más de un 20% de poder adquisitivo, además de intentar eliminar los pocos derechos que les quedan, como el complemento de Incapacidad Temporal. Lo que viene a ser apoyo institucional a cambio de nada. Y aquí no se ruboriza nadie.

Convenios tan importantes como el del Comercio en General, Detallistas, Hospitales Privados, Caramelos, Chicles y Golosinas o el de Transportes de Mercancías por Carretera llevan más de una década sin firmar, y aquí no se ruboriza nadie. Es más, aquí no se ruboriza ni el Gobierno Regional, al que tanto le preocupa el empresariado, no sin razón, pero al que sería deseable le preocupasen también las trabajadoras y trabajadores de esta región.

La clase obrera de esta Región ve como los precios se han disparado y ni una sola ‘décima’ del 9,8% del IPC corresponde a la mejora de los salarios. La pérdida de poder adquisitivo es enorme y el deterioro de la economía familiar afecta al desarrollo de la economía regional, y, por tanto, a la de las empresas. Mientras observamos como se encarecen determinados productos básicos, la energía y los alquileres empresarios y empresarias se niegan a incrementar los salarios.

Así que sí, una vez más saldremos a la calle para exigir que no se nos arrebaten los derechos conquistados gracias al trabajo de los sindicatos de clase, y al esfuerzo de los y las trabajadoras. Un trabajo que se ha demostrado en el último año con la modificación de la Reforma de las Pensiones o el incremento del SMI a mil euros, una subida que ha beneficiado a 200.000 personas en esta Comunidad. Y el más importante, la derogación de los aspectos más lesivos de la Reforma Laboral.

Pero no acaba aquí, CC OO ha sido fundamental en otros logros como los ERTE, la Ley reguladora del Teletrabajo, la Ley Riders, el Real Decreto sobre Planes de Igualdad, el del Registro Horario o el Registro Salarial Obligatorios en las empresas...

El camino solo ha comenzado, todos estos derechos hay que consolidarlos, ya que, como bien es conocido, existen organizaciones políticas que votaron en contra de estas leyes en el Parlamento español y anunciaron su derogación si llegan algún día al gobernar. Y por eso la clase trabajadora vuelve a la calle este primero de mayo.

CC OO y las personas trabajadoras, exigen una negociación colectiva fuerte y equilibrada, con derechos y salarios dignos, porque la desigualdad social también frena el crecimiento económico. No podemos consentir que se pretenda salir de esta crisis, de nuevo, a costa de las personas trabajadoras, hay contener los precios y recuperar el poder adquisitivo, proteger el empleo y frenar el deterioro de nuestras condiciones de vida. Por todo ello…

¡Que viva el Primero de Mayo!

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