No fue capaz de mirarla a los ojos, no fue capaz de ser cercano, de comportarse como un señor y defender a las víctimas que sufren violencia machista, esa que no es capaz de admitir que existe. ¿Qué clase de persona se comporta así ante una mujer en silla de ruedas que ha quedado impedida al recibir tres tiros por defender a su hermana, víctima de violencia machista? ¿Qué pedazo de carne con ojos es, que no siente empatía y humanidad?

La violencia machista existe; mata a mujeres y a sus hijos para hacer daño y vengarse. Porque ‘o eres mía o no serás de nadie’, porque ‘eres una puta por vestirte así o pintarte los labios’, porque ‘no puedes hablar con nadie más que conmigo’, porque ‘como te vuelva a ver hablando con ese no respondo’, porque ‘eres una inútil, no vales para nada, quién te va a querer a ti, el único que te aguanta soy yo, aunque no te tocaría ni con un palo’. Mantras que muchas de las víctimas escucharon una y otra vez en su infierno particular que acabó de la peor manera.

Cobardes los que defienden a los maltratadores y los que maltratan, acomplejados que no saben gestionar sus carencias y complejos que, ante sus frustraciones, agreden, humillan, violan, vejan, abusan y matan. Quien blanquea a esta gentuza no merece mi respeto.

¿Qué compañero de viaje ha elegido la derecha? ¿Cómo algunos son capaces de lo que sea con tal de gobernar? En Andalucía, la Comunidad de Madrid o Murcia tenemos el claro ejemplo. Amistades más que peligrosas donde el PP y Cs se ven metidos en algún que otro aprieto mediático que solventan con la boca pequeña, pero luego siguen siendo amiguitos, porque tienen Presupuestos que aprobar y no hay que cabrearles en exceso. ¿Saben lo que les digo? No tienen ni idea de lo peligroso que es dormir con su enemigo, créanme.

Señores políticos, no puede haber ambigüedad o medias tintas, hay que ser tajante y condenar sin miedo, apoyar sin miedo, defendernos sin miedo. Nada de violencia intrafamiliar; es violencia machista. 52 asesinadas, 43 huérfanos y más de 80.000 denuncias son las dramáticas cifras de la violencia de género en 2019. Rebeca, Leonor, Romina, Rosa, Daría, Sheyla, Estrella, Gloria, y así hasta 52… Ellas conocieron el infierno, sólo por el hecho de ser mujer, ¿y sus hijos? Asesinados a manos de sus padres por la sinrazón del amor que no es amor, ‘no nos quieran tanto, quiéranos mejor’. ¿Es tan difícil de entender? Parece que sí, ya que lejos de ver como nuestros jóvenes avanzan como sociedad, en pleno siglo XXI retroceden. Me da pavor que nuestros adolescentes estén dando pasos para atrás en sus relaciones. Una forma de querer, tóxica, posesiva e irracional, que normaliza una manera de entender el amor que en realidad no lo es. Las tendencias urbanas, las redes sociales... Porque «si quiere saber en todo momento donde estás, no es amor, es una obsesión», porque «si no te deja quedar con tus amigas, es posesivo», porque «los celos no son síntoma de amor», porque «cuando digas NO es NO», ¿verdad Cayetana?

¿Qué está pasando? Lejos de un grito de rechazo unánime ante estos incapacitados emocionales, asesinos y violentos, la extrema derechita se ha destapado no reconociendo el problema de la violencia machista. Cuestionan y prejuzgan a la mujer en base a su moral ultra católica por sentirnos libres, señalándonos a lo letra escarlata. Hemos sido testigos de juicios paralelos de gran repercusión mediática, preocupante aparición de manadas de hombres capaces de las mayores atrocidades sexuales en grupo. Se ha cuestionado y juzgado a una víctima ante la superioridad de cinco animales.

Culpan a la inmigración y blanquean a los españoles ‘de bien’ que agreden y matan. Señores, esto no es una cuestión de nacionalidades, no manipulen a su antojo. Boicotean actos públicos que condena la violencia de género, pretenden sustituir la Ley contra la violencia machista por ‘una Ley de Violencia Doméstica que no prejuzgue el sexo del agresor.’

Menos mal que cada vez somos más los que salimos a la calle a defendernos, somos más las que gritamos en favor de que no mueran más mujeres a manos de sus verdugos. Gracias, Nadia Otmani, eres una valiente por intentar proteger a tu hermana y recibir tres impactos de bala de quien pretendía quitarle la vida. Gracias por enfrentarte al paracaidista Smith, que lejos de agachar la cabeza, entenderte y pedir perdón, te ha despreciado, ignorado, queriendo que te callaras. Gracias por tu paso al frente, gracias por tu valentía y coraje, gracias porque en tu voz, las 52 que ya no están y las que viven con miedo han sentido tu grito desgarrador como suyo.

Señor Smith, hombre de honor, leal a su rey y con una entusiasta fe católica, no vive en la época del emperador Carlos V, aunque le gustaría, no pertenece a los Tercios de Flandes ni se habla hoy en castellano antiguo. Usted, que está «dispuesto a derramar hasta la última gota de su sangre por España» no se da cuenta de que la única sangre derramada en este país es la de mujeres que sólo querían vivir sin miedo y libres. Lamentable su intervención el otro día en el acto en contra de la violencia machista.

Ojalá esta burbuja e incremento de su partido sea sólo un espejismo, pronto salgan de las instituciones y sólo le quede la opción de ser invitado a eventos de nostálgicos trasnochados para recitar su rancio brindis de los Tercios, pero lejos.