Muleta, palabra manoseada donde las haya en el ámbito del comentario político fácil para arrojarla con mala sombra a la cara de algunos políticos que, en un momento dado, han/hemos decidido ofrecer su apoyo a otra entidad política con mayor o menor representación para desatascar o sacar adelante alguna propuesta o documento.

Ciudadanos ha conocido esta palabra de manera especial y muy contradictoria. En mi caso, como concejal-portavoz del Grupo Municipal de Ciudadanos en Cartagena, desde que empezó la legislatura he podido escuchar cómo nos definían como la muleta de PSOE y MC, por el simple hecho de que nos sentamos a negociar con ellos los presupuestos de 2016 y 2017. Con esas negociaciones logramos concretar muchas partidas de inversión (Parque Torres, Anfiteatro Romano, Accesos al Hospital Santa Lucía, entre otras). Por supuesto, también nos han llamado muleta del Partido Popular cuando nuestras posiciones han coincidido en el Pleno ordinario y nuestra suma ha impedido al Gobierno municipal desarrollar alguno de sus disparates. Incluso, pásmense, nos ha llegado describir como la muleta de Podemos cuando hemos convergido en nuestros argumentos con motivo de la necesaria recuperación de la Cárcel de San Antón para su uso sociocultural por parte de los vecinos del barrio (si bien es cierto que con Podemos€ este tipo de coincidencias se dan muy poco).

Y no deja de ser asombrosa esta manía de querer descalificarnos de una manera u otra, cuando nosotros no validamos en 2015 el desastre de Gobierno municipal que hemos sufrido día tras día en la Cartagena paralizada, parcheada, e improvisada que hoy tenemos. No, fueron PSOE y MC, con la necesaria colaboración de los padrinos de CTSSP-Podemos, los que decidieron celebrar un matrimonio político para el que se hicieron quinielas sobre la única duda que tenían los vecinos: la fecha del divorcio.

Ahora, estos tres partidos padecen (pobrecitos) una crónica y terrible amnesia que les impide reconocer su culpa por este Gobierno del Cambio a Peor. MC se largó cuando el barco se hundía para limpiarse las manos y colaborar ahora con el naufragio (menuda responsabilidad y cartagenerismo).

Podemos actúa desde hace tiempo algo olvidadizo, como si ellos no hubieran tenido nada que ver con esto; se conforman con decir que su único objetivo era desalojar al PP, lo cual es lícito, ¿pero desalojarlos a cambio de qué? Y el PSOE€ estuvo dos años y medio permaneciendo en un silencio cobarde y cómplice, permitiendo los desmanes de unos y otros, con el único objetivo de tocar el poder desde la alcaldía, y ahora que está en él€ Se comporta de manera déspota, colocando a dedo como interventor municipal, cargo que debe fiscalizar y controlar a su Gobierno, ¡a nada más y nada menos que un militante y ex dirigente socialista! Intentando sacar los presupuestos sin negociar con nadie, y eso que está en minoría absoluta ¡Eso es democracia, independencia e imparcialidad, sí señor! Haz lo que diga pero no lo que yo haga€

Por eso me causa extrañeza que la ex responsable de Hacienda de MC, Isabel García, con la que tan bien me entendí para encajar nuestras enmiendas en los presupuestos de 2017, haya dicho públicamente que hice ´un numerito´ cuando decidí levantarme de la Comisión de Hacienda para expresar mi desaprobación por el nombramiento a dedo y exprés del nuevo interventor a medida del PSOE€ El numerito no sé si fue mío por levantarme o del resto por quedarse y consentir esa desfachatez.

Los llamados Gobierno del Cambio han fracasado en toda España, pero al menos fuera de Cartagena se han mantenido unidos; en Cartagena ni siquiera se han dignado a compartir el fracaso y buscar remedio; no, aquí han huido despavoridos y han gritado aquello de ´el último que apague la luz´. Lo que estos tres partidos han hecho con la confianza de sus votantes no tiene nombre, o quizá sí: infamia.

En todo caso, pienso que si tenemos que ser muleta de algo, Ciudadanos quiere ser la muleta de todos aquellos que lo están pasando mal y necesitan apoyarse con confianza y sin taparse la nariz en un partido político, en todos aquellos que creen que Cartagena y esta Comunidad autónoma merece mucho más de lo que tiene.