¿Qué quieren los diseñadores, las grandes marcas de ropa, los asesores de imagen, y todos aquellos que se la dan de entendidos sobre el tema, que sea la moda? Estamos siendo testigos de una campaña propagandística en la cual se defiende el estilo propio y personal, las tallas grandes, o en la forma cool de llamarlas ahora, las tallas curvys, y jugar con toda clase de colores y estampados. Todo esto me parece perfecto, si fuera real, claro. Aunque teóricamente esto es lo que los ´profesionales´ quieren dar a entender, en la práctica nos damos cuenta de que no es así. Las tiendas siguen ofreciendo tallas que parecen cada vez más pequeñas, y puede ser realmente ofensivo saber qué consideran ellos por una talla grande. Por otro lado, tenemos los exitosos programas de televisión, que van de salvadores, y que en vez de asesorar o intentar mejorar el estilo personal de una persona prefieren cambiarlo completamente justificando que «es lo que se lleva». Por lo que es casi imposible sentirse cómodo con uno mismo y vestir al gusto si ni la propia industria se cree sus palabras.