Hace unos días tuve la oportunidad de visitar el StartupWeekend celebrado en Murcia, un encuentro que reunió durante todo un fin de semana a muchos jóvenes emprendedores para trabajar en la creación de propuestas innovadoras para startups. Un evento lleno de creatividad, de innovación€ y de ilusión.

Estos encuentros me hacen comprobar que la situación de nuestro país es bien distinta a la que había hace cuatro años. Hoy, se generan nuevas oportunidades de negocio, de creación de riqueza, de creación de empleo.

Y en esta transformación, el sector turístico ha jugado un papel esencial, clave. La actividad turística se ha convertido en el motor principal de nuestra economía, en la gran aliada de la recuperación, en nuestro primer sector exportador, aportando 11 de cada 100 euros y representando el 13% de los puestos de trabajo. Y todo ello ha sido posible gracias al esfuerzo de las empresas y trabajadores que lo componen, pero también al marco generado y las reformas emprendidas por el Gobierno de Mariano Rajoy.

En este tiempo, no exento de dificultades, el Gobierno de España ha tenido claro la implicación de todos los ministerios en el sector turístico, su carácter estratégico y prioritario. Durante cuatro años, hemos trabajado de la mano del sector privado, aprovechando su experiencia y saber hacer, pero también apoyando a nuevos emprendedores que apostaban por la innovación y por internacionalizar su modelo de negocio, ya que en ellos reside el futuro de esta actividad. Hacia ellos hemos dirigido líneas de financiación que han llegado a más de 300 pymes, micro pymes y autónomos.

Estas medidas han permitido que España vuelva a ser el tercer destino del mundo en llegada de turistas y el segundo en ingresos por turismo; además, y por primera vez, nuestro país lidera el ranking de competitividad turística que elabora el prestigioso Foro Económico Mundial.

Sin embargo, todo lo que se ha avanzado no es irreversible. España y la Región de Murcia se juegan mucho en las próximas elecciones del 20 de diciembre. Tenemos la necesidad de continuar con esta transformación del sector turístico y de nuestra economía, que no puede permitirse ahora experimentos.

Dice un viejo aserto oriental que solo el que conoce su meta puede encontrar su camino. El Partido Popular tiene muy claro dónde está y, sobre todo, donde quiere estar tanto en el corto, como en el medio y el largo plazo. Este es el comienzo de toda política de Estado.

Por ello, nuestras medidas pasan por mantener una política integral y coordinada con todas las Administraciones, contando con el sector privado y los agentes sociales. Impulsaremos la renovación y la modernización de los destinos maduros con la creación de una línea de financiación específica ´España Inversión Turismo´. Dotaremos a los profesionales del sector de mejores instrumentos de formación, revisando los programas de formación reglada, y adaptando la formación continúa a las nuevas necesidades y a la realidad de las empresas. Y potenciaremos la multimodalidad de nuestras redes de transporte para favorecer la movilidad de los turistas.

Nuestro objetivo, al fin y al cabo, es diseñar para el futuro un sector más rentable, eficiente, con liderazgo y en la vanguardia mundial, que responda a las necesidades del mercado. En suma, un sector generador de mayor riqueza, bienestar y empleo para nuestros ciudadanos. nistración para desarrollar la ley que hemos aprobado.

Pero es más, si hubiesen dispuesto de un reglamento, o intenciones de hacerlo para arreglar de forma rápida los problemas que tenían, habrían incorporado en las enmiendas una disposición para retrasar la entrada en vigor de la nueva ley hasta que se hubiese completado el trámite consultivo.

Y no, no se tarda un año en poner en marcha los controles del Consejo Económico y Social y del Consejo Jurídico. Estoy segura de que para este asunto se darían toda la prisa del mundo, porque ellos también tienen familiares en residencias y sufren como todos las desgracias que la vida trae. ¡Pero, cómo se van a pronunciar si no tienen ni un papel!