Hay algo que me intriga desde que cubrí la primera manifestación para un medio de comunicación. Fue hace ya 11 años, en una época en la que las protestas de los regantes pidiendo agua eran casi mensuales y era una marcha precisamente para solicitar más caudal del trasvase Tajo-Segura. Recuerdo que, además de recoger las inquietudes de los manifestantes, yo sólo tenía en mente una cosa: Saber el número aproximado de participantes en la marcha con el menor margen de error posible para no equivocarme a la hora de publicar el dato. Pues bien, ahí empezaron mis inquietudes. Y es que los organizadores me hablaron de 60.000 personas, y la Policía, de 6.000. ¿A que a ustedes también les extraña ese margen tan gigantesco? Pues desde ese momento a mí ya no tanto y conforme han pasado los años me he dado cuenta de que las cifras varían según el ojo que las mire, algo que he comprobado en cada una de las protestas a las que he asistido. Una de las más curiosas fue una por la paz en Gaza. A ojo yo calculé que había 50 personas, pues un organizador me quiso hacer ver que eran mil. ¿Dónde están le pregunté?, «vienen y van», me respondió. Pues eso, no se fíen de las cifras oficiales, porque van y vienen.