Acabamos de conocer el informe del sindicato UGT ´Trabajar igual, cobrar igual´, en el que ponen en blanco sobre negro lo que día a día muchas mujeres padecen: su salario es menor que el de compañeros que realizan el mismo trabajo, o incluso inferior, por el mero hecho de ser una fémina. Eso se llama discriminación y debería ser una ilegalidad, y por lo tanto, estar penada por la ley, si en este país las cosas funcionaran como deben. Parece que de nada sirve celebrar cada año el 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, pues estas desigualdades, según el mismo informe, no sólo no están desapareciendo, sino que van en aumento. El estudio ugetista, que incluye datos de 2008 a 2012, así lo constata: en 2012 se produjo en España la mayor tasa de desigualdad entre lo que ganan ellos y lo que ganamos nosotras: un 23,93%. Entonces, ¿qué celebramos el día 8? ¿Que tenemos trabajo? Estoy de acuerdo, dadas las circunstancias, es algo a celebrar. Pero no debemos quedarnos en la denuncia sino en luchar para que el próximo año no estemos igual y sí haya, realmente, motivos para festejar este día.