El tiempo entre costuras disfrutó el pasado lunes de una atención muy especial por parte de Antena 3 que, en medio de la misma, ofreció lógicamente una entrevista con Rajoy. Por deferencia a Portugal donde se desarrolla gran parte del desenlace, Arguiñano abrió de buena mañana esa especie de monográfico con la preparación de un bacalao en toda regla y antes del Hormiguero es cuando le entró a la audiencia el hormigueo escuchando al ínclito hablar sobre nuestros costurones.

Griso llevó de la mano un espacio titulado Siete días entre costuras al que nos habríamos apuntado con los ojos cerrados aunque hubiesen sido ocho. En su huida hacia adelante, la prota de la serie forja una identidad diferente a la mostrada en el inicio del relato qué pequeño es el mundo poniendo en marcha lo que pone en marcha ayudada por amistades de reputación dudosa siempre ha habido Bárcenas y con argucias inconfesables.

La anterior ocasión en que Lomana se citó con Rajoy ante las cámaras fue a cinco días de las elecciones y el todavía candidato y vencedor virtual aventuró: «Lo importante es generar confianza para que la gente comience a invertir y a crear empleo, a eso es a lo que me voy a aplicar.

No me resigno a convivir con cinco millones de parados». No pocos de los que lo viesen el lunes pensarían que la cadena había vuelto a repetir el capítulo, pero nada más lejos de la realidad. La revisión de aquel muestra a las claras que el quid de la cuestión consistió en no ofrecer en ningún momento fecha para revertir la situación por lo que, a ver si nos enteramos de una vez, aquí nadie ha incumplido.

Tras la gloria obtenida en la serie, la actriz Adriana Ugarte confesó que le encantaría hacer más teatro. Pero por mucho que haga...