Tras trescientos años de opresión, oprobio, fumigación y hasta fornicación de Catalunya a manos y miembros de la España imperial, ha podido pararse el último y definitivo intento de aniquilación de la nación y la identidad catalanas: la mosca transgénica. Un equipo de investigadores anglosajones, o sea, antiescoceses, había conseguido una mosca macho genéticamente pervertida, estéril, ideada para engañar, fecundándolas falsamente, a una especie de pobres moscas catalanas que joroban la cuarta parte de la cosecha de olivas de la nacionalidad histórica. Todo era, sin embargo, una estratagema que la Asamblea Nacional Catalana ha denunciado e impedido. Se trataba de infectar a las moscas catalanas con un virus tratado con canciones de Rafael Farina, Juanito Valderrama y Dolores Abril, naturales de Curro Romero, y la Marcha Real interpretada por Nati Mistral con letra de José María Pemán. El plan estaba concebido por el malvado Wert, y habría conseguido que los niños catalanes vinieran al mundo cantando Mi carro y Cocidito madrileño, del gran Pepe Blanco. El ataque de las moscas aniquiladoras, incluidas algunas cojoneras (tipo Albert Boadella, Arcadi Espada y otros traidores), será objeto central del simposio España contra Catalunya o la mosca imperialista, que tiene lugar estos días en la capital catalana. Patrocinado por el Fondo de Liquidez Autonómica de los señores Montoro y Rajoy. Los moscones.