Ya hay señales del cambalache que se prepara. Aunque parezca mentira, una vez más, otra, ´madrit´ ha empezado a comprar catalanes. Sus Dignidades Nacionalistas acabarán abjurando con la boca pequeña y llenando sus arcas con los favores de ´madrit´ (el Estado medroso, la Corona, la Banca, el Capital, bien sûr, no los madrileños), y garantizándose treinta años más de impunidad y tres (que era cuatro) por ciento. Durán seguirá en el Palace y su ´una burguesía´ nos seguirá vendiendo hasta la saliva, quedándose con el IVA y succionando los fondos autonómicos. Una de las señales es la enmienda final al asunto de la inmersión lingüística dado por la Ley Wert: al autorizarla con matices, la consagra, ya es ley del Estado. Y otra, es la cesión del impuesto de patrimonio: lo que para la Región serán veinticinco millones, para ellos serán trescientos. Pero eso, que los ricos se queden con lo suyo, es lo que la izquierda española, la izquierda de mármol, llama progresista, y la derecha acata con disciplina prusiana. Harán unas elecciones paripé y a seguir viviendo de la golfería y el nacionalismo. Una redundancia.