Si se nos tuviera en cuenta con quién hemos aparecido en las fotos alguna vez, todos estaríamos en la cárcel. Es como lo que decía mi querido Luis Gestoso, director del 112 en Murcia, sobre que «si grabaran las conversaciones del Papa durante 24 horas, al día siguiente se vaciaban las iglesias». Si alguien repasara la colección de fotos de los españoles, no se escapaba nadie de ser acusado de cómplice de algún criminal, porque en los años de alegría todos nos hemos retratado con gente menos que aconsejable. Ahora en los periódicos salen todos los importantes que alguna vez se han hecho fotos con el mafioso chino Gao Ping. Del Rey abajo, parece que con Ping salen todos menos yo, que en ese momento me pilló en el cuarto de baño.

Todos tenemos fotos comprometidas con tipos caídos en desgracia. Una vez me fotografiaron con Rajoy en Abanilla, amartelados de la cintura. Años más tarde esa foto corrió por los foros de la red, y el director del diario El Plural, Enric Sopena, hizo un editorial (hasta que uno no sale en un editorial las comadres no te crucifican como es debido) exigiéndole al presidente del Gobierno que explicase qué hacía él, un señor templado, con un articulista como yo, y encima en algún lugar de Murcia. Lo importante de la foto era que saliese el que suprafirma junto a Rajoy, no al revés. Como en el chiste: «Quién es ese señor de barba que está al lado de Martínez». El hecho de que posáramos cogidos como una parejita fue posterior a aquello que sobre el gallego decía Alfonso Guerra («mariposón»), así que no fue mi culpa el origen de la leyenda urbana.

Antes había mucha gente que se colaba en los cócteles para merendar gratis. Luego la gente, en plena cultura del espectáculo, prefirió hacerse famosa saliendo en foto de fiesta con algún ´vip´, mejor que merendando. Así, en este país no hay cargo de responsabilidad que no salga, voluntariamente o no, en fotos con media docena de corruptos, cuarto y mitad de blanqueadores de divisas y algún asesino de masas. Y si eso son los cargos de responsabilidad, qué no será con indocumentados como yo. ¡Si salgo retratado en la boda de la hija del bueno de Ángel Fenoll, uno de los principales implicados en la ´operación Brugal´! La cumbre de mi carrera.