La primera boda por el rito Baha´I celebrada en España se ofició en Murcia a principios de los años 70. Fuimos noticia nacional por ello. Por ahí guardaba yo un recorte de prensa y algunos apuntes al respecto. La fe Baha´I fue fundada por el musulmán Baha´u´llah, nacido en Teherán en el año 1844. Tiene con el islamismo la misma relación que con cualquiera de las otras religiones. Parte de la base de que la revelación de Dios a los hombres se hace de forma gradual y progresiva desde el principio de los tiempos. Esta es la causa de que la religión Baha´I mantenga relaciones cordiales con el resto de las ya existentes, pues en todas ellas se encuentra desvelada una parte de esa revelación universal y eterna que Dios comunica a los hombres: sabeanismo, hinduismo, judaísmo, zoroastrismo, budismo, cristianismo, islamismo, babi, y también la fe Baha´I son parte de esa revelación progresiva.

Hay coincidencias dogmáticas con esas otras religiones, que en realidad son principios básicos comunes a cualquier ser humano de buena

voluntad: existe un solo Dios; Dios habla a la humanidad por medio de un hombre escogido; la oración es el medio para ponerse en contacto con Dios para obtener su ayuda y su guía; admite las cualidades comunes a todas las religiones; existe una forma de vida a la que accede el hombre después de la muerte; existe una idea del premio o el castigo en la vida ultraterrena, en correspondencia al comportamiento de la persona durante su vida en este mundo y a su obediencia a las leyes reveladas por Dios; llegará el tiempo en que todos los hombres serán como hermanos y existirá la paz sobre la tierra.

La fe Baha´I no se sirve de sacerdotes ni posee templos, el origen medio oriental de su nacimiento: «Baha´u´llah prohibe cualquier bebida que contenga alcohol. Esto incluye licores de toda clase; vino, cerveza, bebidas fermentadas que contengan vestigios de alcohol, no importa su proporción. Se desprecia el uso del tabaco, aunque no lo prohíbe expresamente; en general, también quedan prohibidas las drogas dañinas

como el opio o cualquiera otra que pudiera crear hábito».

En los años 70 se celebró la boda en Murcia, una boda con este rito. La ceremonia, casi no existe, se limita a la formulación por parte de los

contrayentes de lo siguiente (de mis apuntes): El novio. «En verdad estamos contentos con la voluntad de Dios». La novia: «La verdad, estamos contentos con el deseo de Dios». Y eso es todo. A lo anterior se le da comienzo con la lectura de la llamada Tabla del matrimonio: «El vínculo que más perfectamente une los corazones es la lealtad…», y a ello sigue un bello texto de invitación a la entrega mutua para toda la vida.