Hola soy una de la muchas madres con un niño con Síndrome de Down que forma parte de esta sociedad y quería aprovechar este escenario para haceros participes de alguna que otra reflexión a la que me lleva tal hecho; para ello os propongo un juego.

Juguemos con las palabras y descubramos que se esconde detrás de la descripción de las personas con discapacidad.

Si buscas en el diccionario de la Real Academia de la Lengua la palabra "discapacitado" te dice: que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades consideradas cotidianamente normales.

Si buscas la palabra "impedido" afirma: que no puede usar algo.

Y yo me pregunto: un medico, una ama de casa, un anciano, un inmigrante todos nosotros, cualquiera, ¿no nos encontramos alguna vez con situaciones en las que nuestras habilidades no son suficientes para desarrollar alguna actividad cotidiana, por común que sea?

Si sigues buscando en el diccionario más palabras y te decides por la palabra "normal" te indica lo siguiente: 1.- que sirve de norma o regla. 2.-que se ajusta a ciertas normas.

Y yo me vuelvo a preguntar: un político, un adolescente, una profesora, una persona de color, tú, yo, todos, ¿no buscamos en muchas ocasiones saltar ese limite de la normalidad que nos hace ser distintos?

Eso me lleva a buscar el significado de la palabra "distinto" y dice así: 1.- que no es parecido. 2.- que tiene diferentes cualidades.

Y yo me pregunto: ¿no es por eso por lo que un estudiante, una modelo, un funcionario, todos sin acepción, trabajamos a diario? ¿No queremos todos destacar de entre las masas, ser especiales?

Pero que significa ser "especial", según el diccionario: 1.-que se diferencia de lo común. 2.- que esta destinado a un fin muy concreto.

Y esta vez yo afirmo: ¡Mi hijo es especial! Porque tiene un fin concreto, formar parte de la vida de la gente que le quiere, enseñarnos aptitudes que antes no habíamos desarrollado, hacernos felices.

Y sí mi hijo se diferencia de lo común como el del comerciante, el del artista, el del albañil, como el tuyo, como el de todo el mundo, aun con ideología, costumbres y gustos distintos.

Y ahora llega mi gran reflexión: si la mayoría somos normales, pero luchamos por ser distintos, y mi hijo es distinto y luchamos por que sea tratado como normal, no será que:

O TODOS SOMOS DISCAPACITADOS, CON NUESTROS IMPEDIMENTOS Y NUESTRAS LIMITACIONES.

O QUE LA DISCAPACIDAD NO EXISTE Y TODOS LUCHAMOS COMO IGUALES, POR SUPERAR LAS TRABAS QUE MARCA LA NORMALIDAD.