Hablar de torrente no es hablar del casposo detective facha y peliculero, si no de riada, de avenida, de aguacero de cifras, de cuando se sale la rambla, vaya… Y eso ocurrió no hace mucho en un repaso que se dió en el Senado, donde salió la rambla, digo, donde salió a relucir toda la cruda matemáticas de unas cifras, que, si no producen sonrojo porque ya hemos perdido toda capacidad de asombro y todo atisbo de vergüenza torera en este país, sí que deja en el más puro desnudo a nuestra patética realidad. Los números no hacen demagogia, son solo números. Y las cuentas, nuestras miserables cuentas, son las que se cantan y cuentan a continuación, según el romancero gitano verdadero, que es el que contaba y cantaba el sangrante y patético drama lorquiano.

El 20% de los jóvenes españoles entre los 20 y los 24 años ni trabaja, ni estudia, ni nada de nada. Son paseabotellones natos y netos de la cepa más densa y espesa. Aparte, existe nada menos que un 45% de titulados, entre los 25 y 29, que se las pelan en puestos muy inferiores a su nivel de estudios. Por otro lado, el trabajo autónomo, clave para crear empleo, se ha desmoronado en este país nada menos que un 27%. Así es simple y sencillamente imposible.

Según el ránking del Banco Mundial, hemos retrocedido once niveles en tan solo un año, y ahora languidecemos en el puesto 62. Eso sí, somos los campeones del mundo en bajar tanto tan rápido. Enhorabuena. También en inversión extranjera y en confianza de los mercados internacionales nos hemos desplomado nada menos que un 80%, o sea, hemos caído del puesto 6 al 20. Nada, una minucia. Además, mientras el Pib de la eurozona ya ha crecido dos puntos, el nuestro sigue descendiendo —una décima el último trimestre— poco a poco, debilitando cualquier posibilidad de reacción. Goteo en negativo, se llama. En cero zapatero, le dicen. También en el índice de competitividad hemos descendido a los infiernos (nueve puestos en un solo año) y desde que Pepe Luis el de las Mercedes cogió las riendas, 19 puestos. Ahora gozamos del lugar 42, esto es, entre Barbados y Puerto Rico. Aquí los sindicatos pueden sacar cuanto pecho deseen y apuntarse cuantos tantos quieran. Suyo y de su socio moncloví es el mérito en exclusiva.

También este tándem puede presumir del récord de paro en este país. Frente al 10% que alcanzó la eurozona — y ya ha empezado a disminuir— nosotros sobrepasamos el 20% —y seguimos subiendo— liderando todas las categorías en cifras totales de desempleo, las máximas en el femenino y juvenil. Y para que los ínclitos promotores de la huelga arreglatodo también puedan pavonearse en sus soflamas, y gracias a sus muy ´desinteresados´ sacrificios por la clase obrera de este país, nos movemos en el puesto 109 en Productividad y a la baja, ocupamos el 139 en Eficiencia del Mercado Laboral, y el 124 en Flexibilidad Salarial. Y otro galardón muy suyo es el peor índice del mundo desarrollado en Rigidez de Empleo. Todo esto desde la octava potencia económica que éramos. Son datos del Foro Económico Mundial, unos ignorantes desaprensivos, claro…

Yo sé que este Gobierno no ha inventado la crisis. Que es mundial. Vale… Pero el taparla primero, el no querer reconocerla después y el ningunearla luego, sí que es invento suyo. Y la responsabilidad del resultado que padecemos, comparado con el resto de los países que también la han sufrido, si no es suya, entonces será del bombero torero.

Yo tan solo canto más que cuento lo que Juanito Valderrama en aquella vieja película de El Emigrante: «Qué lejoh te vas queando, Ejpaña, de mi queréee…».