Receta

Tan suaves, tiernos y esponjosos que resultan irresistibles. Si los congelas y vas sacando poco a poco, puedes rellenarlos de jamón y queso, mermelada, chocolate o tostarlos y añadirle lo que más te guste. Con relleno dulce o salado, resultan el bollo casero más adorable que puede salir de nuestro horno. 

Ingredientes

1/2 kg. de harina de fuerza, 15 g. de levadura fresca, 1 huevo grande, 50 g. de mantequilla, 6 g. de sal, 75 g. de azúcar, 250 ml. de leche templada y un huevo batido mezclado con un poquito de leche para pincelar los bollos.

Elaboración

1. Disuelve la levadura en la leche templada.

2. Pon la harina en el bol de la amasadora y añade la sal, azúcar, huevo y mantequilla. Mezcla y luego añade la leche con levadura disuelta.

3. Amasa durante 10 minutos, alternando 2 minutos de amasado y 2 de descanso, hasta completar los 10 minutos.

4. Tapa la bola de masa y que repose 2 horas a temperatura ambiente.

5. Estira la masa sobre una encimera dejándola de un grosor de medio cm.

6. Corta triángulos de masa y da forma a los bollos haciendo rodar cada triángulo desde base a vértice.

7. Coloca cada bollo sobre una bandeja de horno con papel vegetal. Tapa y deja levar durante una hora.

8. Pincela con huevo mezclado con leche y mete al horno precalentado a 180 grados. Hornea hasta que estén doraditos. Luego retira a una rejilla hasta que se enfríen del todo.